Capítulo 17

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Royal London Hospital, unas semanas más tarde




Creía que nunca más volvería a poner un pie en la sala de urgencias de este hospital. Cierro los ojos con fuerza y me niego a abrirlos, porque no sé si seré capaz de afrontar la verdad. Tal vez si intento dormirme logre convencerme de que no ha sucedido, de que sólo es una pesadilla.

—¿Dónde está Jeon Jimin?

La voz desgarrada de Jungkook me llega desde detrás de la cortina azul que aísla el cubículo donde me han instalado.

—Señor Jeon, su esposo se ha desmayado y ha...

¿He qué?

El sonido de la cortina al correrse resuena en mis oídos. No voy a poder seguir fingiendo. La mano con que aferro la sábana desaparece bajo el peso de la mano de Jungkook.

—Jimin, cariño.

Me coge la mano y me la besa. Se lo ve agitado.

—Dime que estás bien, por favor.

No puedo negarle nada. Nunca he podido, así que abro los ojos y las lágrimas se deslizan por mis mejillas.

—¿El bebé?

Si tengo que oír la noticia, prefiero que sea Jungkook quien me la diga.

—Está bien. Los dos están bien. —No esconde que también está llorando y me da un beso en la palma de la mano.

Me siento tan aliviado que sonrío entre las lágrimas, que parecen inacabables. Jungkook también sonríe y se incorpora para besarme en los labios.

—Lo siento —suspiro yo—, creía que...

Él me pone un dedo en la boca para callarme.

—No pasa nada, tranquilo.

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo —afirma rotundo.

Adivina que necesito toda su fuerza y me sujeta la cara entre las manos para darme otro beso. En éste no oculta nada, ni el miedo al enterarse de lo que había sucedido, ni el amor que siente por mí. Me muerde el labio inferior al apartarse y me sorprende. Esta faceta de él parecía haber desaparecido por completo.

—¿Dónde está Taehyung? Probablemente le he dado un susto de muerte.

Ahora que sé que el bebé y yo estamos bien, pienso en mi mejor amigo y en el miedo que debe de haber pasado al ver que perdía el conocimiento en nuestro despacho.

—Taehyung está bien, Yoongi ha venido a buscarlo —me explica Jungkook, acariciándome el pelo—. No tendrías que trabajar tanto.

Me tenso al oír esas palabras. Mi trabajo es uno de los pocos temas por los que Jungkook y yo discutimos. Básicamente, él no está de acuerdo con que ya no trabaje en Mercer & Jeon, su bufete, o el «nuestro», como insiste en recordarme desde que nos hemos casado. No entiende que haya preferido iniciar una nueva carrera como abogado o asesor legal en la ONG que dirige Taehyung.

Yo he intentado explicarle que es lo mejor para los dos y que en realidad estoy descubriendo que me gusta más trabajar ahí y ayudar a gente real, que pasarme horas y horas repasando una fusión o metido en los pormenores del divorcio más caro de la historia del Reino Unido.

Jungkook me ha dicho que puedo ocuparme de todos los casos de oficio que quiera, que incluso puedo abrir una sección nueva en Mercer & Jeon y dedicarme a lo que más me guste. Le está costando mucho entender, y aceptar, que prefiera tener una carrera profesional independiente de la suya. No me lo ha dicho, pero me temo que lo hace sentirse inseguro respecto a mí. A él. A nosotros.

Un día más - |Kookmin| #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora