2. Deseo carnal -Singtokrist - Terminada

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...-¡Metemela!-exigió el chico ante la atónita mirada del empresario.

Singto estaba flipado pero su nublada mente y su deseo fueron mas fuertes, así que finalmente se bajó el pantalón y el boxer y se puso el condón.

Con hambre besó la desnuda espalda de Krist, ya que este sin perder tiempo, se había quitado la camisa y se había girado cara la pared.

Tras alinear su dura polla, el moreno se acercó al culo de este y poco a poco se introdujo en él.

-Oh jo-jder...eres tan estrecho aaah...

-Ooohh mierd-mierda...que grande eres aaah-jadeó Krist al sentir su culo partirse.

Una ver tuvo toda su polla dentro, el empresario comenzó a penetrarlo lentamente besando y mordiendo la espalda nuevamente, mientras este jadeaba sin control por el placer que sentía.

-Más rápido, má-más rápido.

Singto obedeciendo a los deseos del chico e incrementó el ritmo.

-Oh si... si aaah sigue...sigue aaah, jodeer Singto... aaah, si...si dame, dame más... más aaah-Krist estaba extasiado.

-Oh joder, menudo culo tienes... es fantástico aaah-jadeó entonces el empresario incrementando aún más la velocidad-...es increíble follarte aaa... joderrrr...voy a correrme.

Krist cogió su propio pene y empezó a masturbarse al ritmo de las estocadas que le propinaba el hombre que acababa de conocer hasta que terminó por correrse, manchando la pared del lavabo con su caliente y espeso semen.

-Oooh si... si aaahaaah.

Singto no pudo aguantar más y también se corrió, soltando jadeos y suspiros de placer mientras sentía sus piernas temblar.

-Wow... joder.

Tras recuperar el aliento, este salió de Krist y tiró el condón a la basura, luego se subió el pantalón y miró que éste se había girado y lo miraba fijamente.

-Ha sido increíble, llámame otro día y quedamos para repetirlo.

El chico que acababa de conocer y de follarse en los lavabos del local de su amigo, lo besó una vez más y a continuación puso una de sus tarjetas de visita en el bolsillo de su chaqueta para luego salir de allí como si nada.

El empresario sonrió y salió también del cubículo, entonces metió la mano en el bolsillo y sacó la tarjeta.

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KRIST PERAWAT
Fotógrafo.

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Tras soltar un sonoro suspiro, se la volvió a guardar de nuevo y tras mojarse la cara, regresó a la barra dónde había estado previamente.

En el resto del tiempo que este permaneció en el local de su amigo, el empresario no volvió a ver al ardiente chico y tras mirar el reloj de su muñeca, este se pidió una última copa.

-Hey amigo, pensé que te habías ido, ¿donde estabas?-dijo New acercándose por fin a saludarlo.

-Si te lo cuento lloras de envidia amigo-rió este.

-Gracias por venir, se lo ocupado que estás.

-De nada, has hecho una maravilla con este lugar-dijo sin parar de pensar en lo vivido momentos atrás.

Minutos después y tras acabarse el whisky y hablar un corto momento más con su amigo, Singto salió del local y cogió un taxi para volver a casa, dejando su coche allí ya que estaba muy mareado para conducir.

Camino a casa volvió a revivir lo sucedido en el baño del bar, jamás había hecho una cosa igual, sobrio o ebrio, nunca había follado con un hombre que acabase de conocer.

Además, nunca se había empalmado de esa manera solo con un beso, rematadamente el tal Krist lo había trastocado todo.

Poco después llegó a la soledad de su lujoso apartamento, se desnudó y se acostó en su gran cama, cogiendo su móvil y la tarjeta que este le había dado.

Este la miraba dudando si llamarlo o no, no quería resultar agobiante ni pesado pero se había quedado con la extraña sensación de que este sería importante en su vida y que quizás era lo que había estado buscando toda su vida.

Finalmente se decidió y escribió un mensaje:

«Me gustaría volver a verte pronto, hoy a sido el mejor sexo de mi vida, pero esto puede ser algo más...
te llamaré.»

Esperó un rato por si hubo respuesta pero no fue así, entonces ya rendido por el cansancio y por las copas, el moreno se quedó profundamente durmió y con una marcada y feliz sonrisa en su rostro.