Un deseo irrefrenable hace que dos desconocidos se encuentren y sin buscarlo, tengan el mejor sexo de sus vidas...
Singto seme
Krist uke
Capítulos: 20, final y epílogo
(Septiembre 2020)
Krist buscaba a Singto por todo el salón de fiestas para poder contarle lo que había visto pero entonces escuchó su voz por los altavoces y al mirar hacia el escenario, este lo vio besándose con su infiel prometido ante los sonrientes asistentes que los aplaudieron con gusto.
...-Si señoras y señores, en un mes este maravilloso ser y yo compartiremos nuestras vidas... Creo que en estos momentos soy el hombre más envidiado de la ciudad, por tenerte a mi lado, gracias amor-dijo el ciego empresario al mentiroso de su novio.
-Maldito tonto... Ese gilipollas te la pega con su jefe en tus narices y tú ni te lo hueles—susurró el fotógrafo muy molesto observando la escena desde la esquina.
-¿Se puede saber que refunfuñas?-dijo Tay a sus espaldas.
-Oh...emm, me alegro de verte, pensé que me odiabas-dijo este con una sonrisa nerviosa.
El aparejador estaba bastante bebido quizás por eso ya ni se acordaba de porqué tenía que estar molesto.
-Oye, tengo algo que contarte, es sobre James-dijo Krist llevándolo a otro lado con menos gente.
Tay casi se cae un par de veces con una copa en una de sus manos, al ser tironeado de este bruscamente.
-Hey hey ....vale vale pero ¿qué te pasa?.
-Tay...el tal James se acuesta con su jefe, llevan seis meses engañando a Singto— soltó el fotógrafo—… Al parecer él solo va tras su fortuna, los escuché hablar en el baño y estuvieron follando.
El moreno lo miró y luego se rió.
-Venga pequeño, lo habrás imaginado, eso no puede ser.
Krist resopló.
—Que te digo que los reconocí y los escuché claramente.
El aparejador soltó un bufido.
—Admite que te mueres por mi primo y odias a James... Estás tan celoso que te inventas todo eso... Ellos están enamorados, así que no les jodas su felicidad, como estas jodiendo nuestro.
—Pero Tay es ciert...
—Olvidalo, de repente ya no te quiero escuchar nada más.
Krist suspiró con resignación y acto se fue, ya que al parecer el moreno no lo ayudaría y además ni siquiera lo creía pero tenía que hacer algo.
La verdad era que todo aquello no tenía nada que ver lo que el sentía por Singto, era solo que una persona no merecía ser engañado de esa manera y si se tratase de otra persona también lo habría ayudado.
Decidido, entonces esperó a que el empresario estuviese solo y con la escusa de hablar de las fotos lo llevó a un lugar apartado.
...-¿Qué pasa Krist?, ¿Qué les ocurre a las fotos?.-dijo Singto sin entender nada.
-No...emm, a las fotos no les ocurre nada, es solo que tengo que decirte algo muy delicado y....bueno...no te enfades conmigo, quiero que sepas que no te miento yo lo vi y lo escuché todo.
-Habla, me estás poniendo nervioso, ¿qué has visto?.
Krist suspiró.
-Antes en el baño, he escuchado a dos personas follando...no quería que me descubriesen, así que esperé a que acabaran y entonces empezaron a hablar, reconocí la voz d...
-Por favor Krist, abrevia tengo invitados, ¿de quien era la voz?—dijo este apurado.
-¡De James!, ¡James y su jefe ese tal Willy, ellos...
—No te creo, eso es mentira—el empresario lo miró con molestia.
—Te lo juro...él dijo que quería casarse contigo por tu fortuna y que luego iba a divorciarse de ti para irse con él...al parecer llevan seis meses engañandote.
Singto chasqueó la lengua.
-¿Esto es una venganza por no decirte que me casaba, antes de que tú y yo follasemos verdad?, No tienes suficiente con provocarme que tienes que manchar la imagen de mi prometido...Entiendelo de una vez... el polvo contigo estuvo genial, estás muy bien, eres muy hermoso pero yo amo a James y me voy a casar con él...él también me ama y siento mucho si te cuesta comprenderlo...olvídalo, tú y yo jamás volveremos a estar juntos
Luego de soltarle eso, el empresario se fue y tras aguantar el tipo en todo momento, lo cierto es que el fotógrafo se sintió roto de dolor por su reacción y por sus duras palabras.
-Bien, espero que seas muy feliz compartiendo a tu esposo con su jefe- susurró con sus ojos llenos de lágrimas.
Luego de eso, este echó a correr fuera del salón y del hotel, donde cogió un taxi para irse a su casa.
—Soy un maldito estúpido, ¿Cómo pude pensar que él me creería?...
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