2. Deseo carnal -Singtokrist - Terminada

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En los días que vinieron, Singto cada vez estaba más desconfiado y cosas en las que antes no había reparado ahora si las tenía en cuenta.

Como que James nunca había querido que viviesen juntos antes de la boda, ya que solo pasaban algunas noches juntos de vez en cuando en la casa de uno o del otro.

O que él no tenía llaves de la casa de James, ya que nunca se las había dado, cuando él si le dio un juego de la suya.

También que su prometido nunca quería que lo fuese a despedir al aeropuerto cuando viajaba con su jefe, parecía una tontería pero lo que Krist le había insinuado, estaba empezando a hacerle dudar de lo que estaba pasando a sus espaldas.

También estaba el hecho de que James siempre iba muy arreglado para ir a trabajar, pareciendo que iba de fiesta, le gustaba y nunca se había quejado pero todo esto ahora le parecía raro.

Singto quiso hablar nuevamente co el fotógrafo pero éste no le cogía el móvil, ni le contestaba a sus mensajes, al parecer estaba bastante enfadado.

Finalmente, una tarde se acordó de la carpeta con las fotos que este le había  dejado para que las viese, entonces la buscó pero no la encontró por ningún sitio pues resultaba que su secretaria la había guardado pensando que él ya las había revisado.

Abrió la carpeta y una a una fue mirándolas atentamente, la verdad es que tenía que reconocer que Krist era un gran profesional, las fotos eran fantásticas pero de repente reparó en una de ellas.

Krist había fotografiado a una pareja de empresarios coreanos, interesados en invertir pero además tras ellos le pareció ver a una pareja cogida de la mano que caminaba, buscó su lupa en el cajón y su sorpresa fue al descubrir que eran Pruk y James.

-¿Qué demonios hacen estos dos cogidos de la mano?, ¿a dónde irían?.

Siguió mirando las demás detenidamente y encontró otra donde Pruk lo cogía de la cintura muy sonrientes los dos y una tercera donde se abrazaban muy juntos e incluso James descansaba su cabeza en el hombro de su jefe.

No sabía si el fotógrafo se las había mandado a propósito o solo había sido por casualidad, sin ni siquiera haberse fijado en las persona de detrás pero Singto estaba muy molesto.

Como agua de mayo, Tay llegó a su oficina cuando el empresario, ya histérico intentando localizar a Krist y entonces cayó en la cuenta que él seguro sabía donde estaba.

-Quería hablarte de la obra de la escuela públic...

- ¿Tú sabes dónde demonios está él?, ¿Por qué no contesta al móvil?.-le interrumpió este muy alterado.

-¿Quién?

—Krist, ¿Quién más?

—Oh...emm, él no está... se ha ido del país.-dijo confuso el aparejador.-...¿No lo sabías?

-Yo que voy a saber, desde la fiesta que no lo he vuelto a ver... vino y dejó estas fotos, cobró su cheque y se fue pero yo no estaba.

Tay se acercó a ver las fotos y cogió una en la que él aparecía haciendo el tonto y sonrió.

- ¿Tú sabes donde se ha ido?.-volvió a hablar Singto.

-No, no me lo dijo, ni tampoco por cuanto tiempo...tan solo me dijo que ahora que tenía tiempo y dinero suficiente, se iría de viaje lejos y por un tiempo indefinido... Al parecer quería pensar y encaminar su vida.-dijo el moreno cogiendo otra de las fotos, en las que su primo había encontrado a su novio con su jefe.

El empresario lo vio pero notó que este no reparaba en ella.

-¿No ves nada raro en esa foto, Tay?—preguntó.

El chico volvió a mirar.

-No, ¿qué pasa con ella?.

Singto entonces le pasó la lupa y Tay la cogió sin entender nada, entonces la miró detenidamente y entonces reparó en la pareja que caminaba de la mano.

-¿É-Éste es James?-preguntó dudoso.

El empresario le pasó las otras dos, las cuales el muchacho revisó también.

-No me digas que Krist tenía razón-dijo este devolviéndole las fotos y la lupa.

El empresario lo miró confuso.

-¿Cómo que tenía razón?, ¿Te lo dijo a ti?

-Si bueno, es que verás primo...en la fiesta él vino y me dijo que en el baño había visto a tu prometido y a su jefe juntos y que había escuchado no sé que de una conspiración contra ti... yo no lo creí, me reí e incluso  defendí a James.-dijo el aparejador bastante arrepentido.

-Pues ya somos dos, ¡Mierda!, no me extraña que se haya ido y no quiera saber nada-dijo Singto arrepentido.

-Pero, esto tampoco prueba nada primo.

-Pero resulta que no es solo eso,-dijo el empresario molesto- ...desde el día de la fiesta me he dado cuenta de muchos detalles que antes no me había fijado—dijo el moreno levantándose y caminando hasta el gran ventanal—... Tengo que averiguar la verdad, porque la boda está cerca y no me casaré si ya no confío en él, quiero estar seguro.