—¿Conocen a quien vive aquí? — pregunta Mike.
—No, llegamos primero huyendo de la nieve, la casa está vacía.
—Entiendo— responde Mike.
—Mi teléfono celular no funciona, no puedo llamar a nadie— dijo Igor con el aparato en la mano.
—Creo que estaremos aquí atrapados hasta que pase la tormen...— todos los jóvenes voltean a ver a Yulia, no era de las que se quedaba callada o dejaba a medias sus frases.
—¿Yul? — pregunta Lena
—Escuchen... hay alguien arriba.
El grupo guardo silencio aguzando el oído esperando decirle Yulia que era un error, pero no, pasos se escuchaban en el piso de arriba.
—Yul! — dijo en un susurro Lena tomándola del brazo.
—Dijeron que no había nadie— reclamo Igor.
—No había nadie.
—¿Y el que está arriba, que Yulia? ¿llego volando?
—Ya te dije que no había nadie...
—Hey, Hey! ¡chicos! — susurró más fuerte Sarah— creo que viene hacia acá.
Volvieron a guardar silencio, los pasos se escuchaban casi por la escalera, el grupo se reunió en un gesto de protección, Mike tomando a su hermana de la cintura poniéndola detrás de él, Yulia y Lena abrazadas e Igor al frente, solo, observando la escalera, los pasos es escuchaban como si ahora dos personas corrieran directo a ellos, cuando estaba por aparecer ante la vista de los nerviosos chicos nada paso, los pasos se escuchaban como si bajaban con calma las escaleras pero no pertenecían a nadie, todos estaban en silencio escuchando sin quitar la vista de la escalera, cuando se escuchaba como si hubieran terminado de bajar el ruido cesó.
—¿Que fue eso? — pregunto Igor después de unos momentos— ¿vieron algo? — cuestionando a los demás volteando a verlo— ¿vieron algo?
—No— respondieron al mismo tiempo.
—Talvez sea un eco de la casa, es grande, vieja y de madera, los sonidos se guardan en los rincones— dijo Yulia.
—¿Realmente crees eso? — le pregunto Igor.
—...Que más puede ser?
Nadie se atrevió a contestar la pregunta, el silencio reinó de nuevo.
—No tengo porque soportar bromas estúpidas, me largo de aquí— grito en Igor dirección a la escalera tomando su mochila, la puso a su espalda y camino decido a la puerta, al abrirla solo se queda de pie.
—¿Igor? — dijo Sarah al verlo sin moverse.
—Vengan a ver esto...— les dijo sin voltear, el cuarteto se vio entre sí y camino sin separarse a la puerta, al llegar encuentran el camino cubierto de nieve que fácilmente llegaría a los tobillos, no era mucho realmente, pero en medio del bosque, a punto de anochecer, sin ropa o equipo adecuado y sin señales de parar eso podría muy peligroso, una ráfaga de viento helado hizo que Igor cerrara la puerta rápidamente y volteara a ver a los demás.
—No podemos salir así, tendremos que quedarnos aquí unos días — dijo Lena asustada— ¿que pasara con el dueño de la casa cuando llegue?
—Tranquila Lena, si nosotros no podemos salir el tampoco podrá entrar, podríamos quedarnos unos días y en cuando podamos nos vamos, le dejamos una nota y dinero para pagar lo que usemos aquí.
—Yulia tiene razón, talvez estamos atrapados aquí, pero al menos no es el bosque, sin protección, aquí no se siente el frío, tenemos camas y comida, solo esperaremos a que la tormenta pase— dijo Mike.
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Atrapadas
ParanormalUna casa. Un camino. Pesadillas. Una persona sin descanso buscando respuestas.