Parte 3

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Con algo de temor volteo lentamente a donde se suponía estaba Mike esperando no ver nada y solo vio vacío, un poco más tranquila bajo la vista a la cama esperando una respuesta y ahí estaba, el colchón y la sábana estaban hundidos, como si alguien estuviera sentado en la cama, Sarah abrió la boca esperando gritar pero su voz no salió, estaba agitada viendo fijamente el hueco en la cama, quiso moverse pero estaba paralizada, sus ojos estaban abiertos, ni siquiera podía parpadear, de repente el hueco desapareció, como si la persona se hubiera levantado.

—¡Sarah! — escucho a lo lejos después de sentir un golpe en la mejilla— Sarah ¿Estas bien? Háblame.

La chica volteo siguiendo la voz y encontró a su hermano viéndola asustado, su cuerpo se relaja un poco dejando que su cuerpo liberara el terror atrapado, Sarah gritó y comenzó a llorar abrazando a su hermano.

—Donde... ¿dónde estabas? — le pregunto entre lágrimas temblando.

—En el baño, ¿qué paso? — dijo aun asustado.

Sarah solo lloraba y lo abrazaba.

La puerta se abrió violentamente haciendo que ambos se alteraran aún más.

—Mike ¿qué paso? — preguntó Igor con Lena y Yulia detrás de él.

—Sarah ¿estás bien? — preguntó Lena corriendo hacia ella, la chica solo lloraba— Mike ¿qué paso? — le preguntó a ver que la inglesa no contestaba— Mike...

—No sé...

Igor estaba viendo por la ventana y después corrió a la puerta para ver el pasillo volviendo a la ventana.

—¿Quieres dejar tu conducta paranoica? Asustas a la gente— le dijo Yulia acercándose a él, mientras Lena trataba de calmar a Sarah y sacarle información a Mike sin logran ninguna de las dos.

—¿Que le hiciste? — preguntó Igor al inglés después de acercase a ellos.

—¿De qué hablas?

—Algo le hiciste para que esté así— volvió a decirle sin dejarse intimidar.

— ¿Que tratas de decir? ¡Yo nunca lastimaría a mi hermana! — dijo en voz alta dejando a Sarah con Lena mientras él iba directo a Igor.

—¿No? ¿Y porque tiene la mejilla roja?

Mike se detuvo a medio camino y volteo a ver a Sarah aun en brazos de Lena, era verdad, le había golpeado la mejilla como último recurso ya que no respondía, veía aterrada el vacío sin hablar o moverse, se quedó de pie en medio de la habitación, se sentía observado.

—El no... me hizo nada— dijo desde el fondo Sarah aun entre los brazos de Lena. Mike volvió con su hermana mientras Lena volvía con Yulia quien solo observaba al observador.

—Sarah ¿qué paso? — pregunto Lena tomándola de la mano.

—Lena... no lo sé, algo... yo....— la rubia volteo a ver la cama— no sé, esta casa es extraña...

—¿Estas bien entonces? — preguntó Yulia sin creer mucho en sus palabras.

—Sí... disculpen si los asuste... yo... estoy bien.

—Bien... volvamos a la cama— dijo la morena a Lena.

Cuando los demás se fueron Sarah evito las preguntas de su hermano y solo le pidió compañía.

Mike empezaba a pensar lo mala idea que fue quedarse en esa casa, pero realmente fue una suerte haberla encontrado, recordaba como hace tres días habían decidido salir a acampar evitando la visita del grupo de turistas ingles a algunos lugares históricos que ellos ya habían visto en su visita anterior, querían conocer algo más de Rusia que no hubiesen visto y que no fuera tan turístico como la Plaza Roja y salir de campamento les pareció una idea atractiva, ambos chicos se sentían atraídos con el país después de la visita familiar y pidieron como regalo de graduación ir ellos solos, regalo que por sus calificaciones les fue concedido, estaban felices por eso, pasaron un año y medio estudiando ruso para no verse tan presionados o pagar un traductor, todo iba bien, el viaje al bosque iba mejor de lo que esperaban, hasta que ese extraño y repentino cambio de temperatura y esa inesperada nevada cambio los planes de los chicos, ahora estaban en una casa ajena, esperando que el tiempo mejorara para volver a su vida normal, eso no hubiera estado tan mal si su hermana no hubiera tenido ese raro ataque de pánico, ella no era de las que se asustara fácilmente, algo debió pasarle para que se pusiera así, algo que la asustó tanto que se negaba a hablar al respecto, volteó a verla y ahora dormía algo intranquila pero contrario a lo que pensó estaba dormida, suspiró y cerró los ojos también esperando dormir sin interrupciones.

AtrapadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora