Parte 14

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Dame a Lena.

—¡No!

La niña rio en un tono agudo tapándose la boca con la mano.

Me gusta lo que tienen ustedes dos, pero piensa, ¿Lena también se negaría a entregarte si las cosas fueran al revés?

—Claro que sí.

¿Estas segura? — le pregunto acercándose, Yulia se alejó.

—Déjame en paz y no te acerques a Lena— le dijo dando media vuelta.

No estás en posición de exigir.

La morena salió del baño solo para darse cuenta que un grupo de chicas la escuchaban desde la puerta, la ven con extrañeza.


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—¿Lena? ¿qué le pasa a Yulia?

—¿Que?

—Sí, ya sabes, se puso como loca en los pasillos y en el baño.

—¿Que?

—¿No lo sabías?

—¿Qué paso con ella? — Lena se acercó— ¿qué paso con Yulia?

—No lo sé, solo vi que empezó a gritarle a algo que no estaba ahí.

—¿Dónde está ahora?

—Eh...

—¿Dónde esta?

—No sé Lena, no la seguí.

La pelirroja camino con rapidez fuera del salón.

Lena corrió lo más rápido que pudo por los pasillos, llego al salón de Yulia, solo unas personas estaban ahí, pero no ella, saco su celular de su bolsillo y marco al de su novia, pero nadie atendió la llamada, con el teléfono aun en la mano corrió al departamento, al llegar esta agitada, no suele correr, toma aire en la puerta y la abre con lentitud.

—¿Yulia? — entra cerrando la puerta— Yul, ¿estás aquí?

Llega a la mesa donde Yulia estudia, hay un montón de hojas sueltas por todos lados, sus libretas están despedazadas, sus libros en el suelo, sobre el pequeño caos de papeles están unas hojas sin romper, se acerca con cautela.

— ¿Yulia? — le llama una última vez, nuevamente no obtiene respuesta, toma las hojas enteras, algunas son de libreta, tienen unos garabatos que aparentemente son notas, notas de cosas extrañas que Lena no entiende, ¿una casa? ¿Fantasmas? No entiende mucho de la letra, pasa a las hojas impresas, parecen artículos de la red, casas embrujadas, hay algunas cosas subrayadas o encerradas con bolígrafo, pasa a otra hoja, parece el artículo de un periódico, de nuevo la casa, ¿qué casa? Más abajo del corto texto está la letra de Yulia, una dirección, ¿qué hace con todos estos datos? Con las hojas aun en la mano marca de nuevo, esta vez se escucha que toman la llamada, pero no hay voz, solo estática.

—¿Yulia? ¿Me escuchas? — Dio unos pasos a la ventana buscando mayor recepción— ¿Yulia? ¿Dónde estás?

Hola, Lena— dijo una voz infantil sobre el fondo.

—Eh... ¿quién habla?

Sabes quién soy— dijo ahora una voz masculina que esta vez escucho detrás de ella, dio media vuelta, un hombre estaba de pie detrás de ella, sonrió con los ojos negros, todo era negro.

Un terror que solo recordaba vagamente la invadió en cuestión de instantes, jadeo llena de miedo, no era un miedo a ser atacada por un desconocido, era algo más allá, sobrenatural, un instinto la obligo a moverse y salir corriendo del lugar, mientras salía tropezándose con todo lo humanamente posible, recordaba la experiencia de la casa, ¿Cómo pudo olvidarlo? Sale del edificio y voltea a ver la ventana de su apartamento, un escalofrío la recorre entera, en sus manos una tiene las hojas y el teléfono, piensa unos segundos, después busca un número y marca.

AtrapadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora