Parte 9

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Después de un camino largo y silencioso llegaron a la ciudad, la actitud del grupo era clara, no querían hablar del tema, todos bajaron del autobús.

—Bueno... supongo que...

—Podemos seguir en contacto— dijo Sarah interrumpiendo a Lena.

—Supongo que sí podemos— dijo Yulia sonriendo.

Todos incluyendo Igor sacaron sus celulares y anotaron los números de los demás, después, tratando de olvidar la extraña experiencia se fueron a casa.

El bullicio universitario era casi ensordecedor, todos tenían unos días libres antes del siguiente examen, Lena camina seguida de Yulia por los pasillos del edificio, su semblante es cansado.

—Hola Lena, Yulia— les saludos un compañero de la pelirroja— ¿qué tal su paseo por el campo?

—Horrible— contesto abriendo la puerta de su dormitorio con la llave— simplemente horrible, solo quiero dormir.

—Oh... bueno, descansen— dijo despidiéndose, ambas entraron, Yulia cerró la puerta con llave, Lena ya se quitaba la mochila, Yulia la imito y la dejó a un lado de la puerta.

—Estoy tan cansada— dijo Lena bostezando quitándose las botas, Yulia camino hasta la cama y se sentó a su lado de la cama, empezó a desatar las botas también, Lena se levantó a sacar la ropa que usaba para dormir, fue al baño a lavarse los dientes, evito verse al espejo y salió rápidamente con la ropa en las manos aun— Yulia no vas a...— la pelinegra estaba dormida, al parecer así como se sentó solo se recostó en la cama, ni las botas se había quitado, sonrió un poco y se acercó a la cama, se cambió de ropa y se ocupó de las botas de su novia, no quería que Yulia durmiera con la ropa incomoda, pero sería peor intentar desvestirla y vestirla de nuevo sin la cooperación de la morena, como pudo la acomodo, ella tomo su lugar y no tardo demasiado para dormir tan profundamente como Yulia a su lado.


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—¿Qué tal tu viaje? — pregunto el padre de Igor.

—Interesante creo, pero estoy muy cansado— dijo con los ojos enrojecidos por el sueño.

—Duerme un poco, cuando quede la comida lista te despierto.

—Prefiero dormir un poco más, comeré más tarde.

—Igor...

—Está bien mamá, solo quiero dormir un poco, no imaginas el viaje que tuvimos.

La mujer asintió dejándolo en la sala, Igor camino aun con su mochila hacia su habitación, cuando se la quito de la espalda la dejo el en suelo, se cambió de ropa y se metió en la cama.


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Los ligeros ronquidos de Mike en el taxi camino al hotel hicieron que el conductor volteara a verlos.

—Mike— le susurró dándole un codazo en las costillas.

—¡Auh! Sarah...

—No te duermas aquí, ya casi llegamos

El asintió y se puso a ver las calles por la ventana, cuando él pensó que el sueño lo vencería de nuevo legaron al hotel, pagaron y bajaron pesadamente.

—Buenas tardes joven, señorita— le saludo sonriendo el recepcionista, ellos respondieron sonriendo— su llave. —Mike la tomo y se fueron al elevador.

AtrapadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora