Después de la cena todos estaban platicando en la cocina, Yulia estuvo casi todo el día inquieta, pensaba en esa niña que pensó ver en la ventana del pasillo, estaba segura que la había visto asomada viendo al interior pero, ¿qué haría una niña con ese clima fuera de su casa? ¿Por qué no fue atacada por los perros?
—¿Yulia? — escucho al tiempo que sentía una mano en su pierna, era Lena quien la llamaba.
—¿Eh? — dijo aun algo distraída.
— ¿Quieres ir a la cama ya?
La morena volteó a ver al grupo, la observaban algo desconcertados.
—Claro— dijo levantándose, todos se levantaron también, en la plática que Yulia no escucho por tener la mente ocupada en otra cosa todos dijeron tener algo de frío y querían dormir, pero no querían tener a parte del grupo abajo y otros arriba, cosas raras pasan estando todos en el mismo piso y no querían estar separados, aunque aún no llegaba a tanto como para querer dormir todos juntos.
---
—Sarah, tengo curiosidad por ver el cuaderno que baje del librero.
—Mike... ya sabes todas las cosas que han pasado, no busques más, por favor.
—Puede que ahí está la respuesta, talvez el dueño de la casa dejo una nota, una explicación, el mapa de donde el cuerpo del fantasma está enterrado.
—No juegues con eso— le recriminó Sarah.
—No juego, solo que talvez sea verdad, talvez la clave para irnos de aquí este ahí, acompáñame.
—No, talvez tengas razón, pero no iremos ahora, lo haremos mañana antes de bajar, ahora duerme ¿sí?
—... Tratare— dijo Mike acomodándose en la cama.
---
Yulia tenía los ojos cerrados pero no dormía, trataba de hacerlo pero simplemente no podía, abrió los ojos, no sentía nada en especial, solo ausencia total de sueño, la respiración tranquila y acompasada de Lena le indicaba que ella si dormía, sonrió y trato nuevamente de dormir, el crujir de la madera la hizo abrir los ojos, dirigió la vista a donde escucho el ruido y no vio nada fuera de lo normal, más tranquila volvió a cerrar los ojos, la madera crujió más fuerte y más cerca de ella, abrió los ojos al instante y vio una sombra a los pies de la cama, asustada se sentó y con algo de dificultad prendió la lámpara del mueble a un lado de la cama, la luz iluminó parte de la habitación, Yulia encontró a una niña con vestido verde, cabello castaño y una sonrisa amigable, la morena paso del susto a la sorpresa y desconcierto, no sabía que vería pero no esperaba ver a un niña ahí.
—Hola — le dijo la niña.
—Lena... Lena de.. despierta— dijo tocándole el hombro.
—No la despiertes, no podrá verme— dijo la niña sonriendo sin malicia— quiero hablar contigo— dijo acercándose a ella.
—No — dijo alejándose un poco sobre la cama.
—No te lastimare, vamos— dijo dando media vuelta y empezando a caminar, Yulia volteo a ver los pies de la pequeña, esperaba verla flotar, pero no, caminaba como la misma morena lo haría, pero a pesar de los zapatos no hacía ruido, como el imán atrae al metal Yulia se levantó de la cama y dio un unos pasos, después se detuvo y volteó a ver a Lena, ella seguía durmiendo ajena a lo que pasaba a unos pasos de distancia.
ESTÁS LEYENDO
Atrapadas
ParanormalUna casa. Un camino. Pesadillas. Una persona sin descanso buscando respuestas.