CRIMINAL (𝙓𝙞𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜)

XXXIX

Jiang Cheng calló un momento, mientras veía de reojo a Wei Wuxian algo preocupado. Tao Kun se acercó a darle un poco de agua, que no aceptó y gruñó en respuesta cuando el rubio intentó acercarse a su hermano.

"Ni siquiera imaginas lo difícil que fue verte la última vez, porque sabía que sería la última en la que aún me considerarías tu compañero" -El rubio suspiró profundo-. "Mis padres están en Estados Unidos desde hace una semana, con otro nombre e identidad, fue gracias a ti que aprendí aquello" -Después de una ligera reverencia, se acercó a él a soltar sus manos-. "No me gusta la vida que llevo, ni lo que hice para conseguir su confianza, pero si no lo hubiera hecho, no estarías a salvo, ni el señor Wei, los sacaré de aquí, prometo que estarás bien"

"¿Por qué debería de creerte?"

"La única razón por la que sigo vivo, ahora que mis padres están a salvo, eres tú, pero, incluso si ni siquiera así quieres creerme, no tienes más opciones" -Jiang Cheng suspiró, ninguno pudo decir más, cuando Wei Wuxian se removía incómodo, y poco a poco abrió los ojos, empujándose a si mismo para sentarse-.

Tardó en enfocar unos segundos, y con la preocupación adornando su rostro, primero miró a su herano, asegurándose que estuviera bien, y al sentir un tenue aroma a alfa, gruñó, girando a verlo.

Su gruñido no siguió cuando la sorpresa e incluso cierto miedo invadió su rostro.

"¿No se supone que estabas muerto?"

"Que bueno que ya despertó, señor Wei"

"¿Seguimos vivos, Jiang Cheng?"

"Si idiota, y él también" -Mientras hablaba, el rubio le quitaba las esposas al mayor, quien seguía sorprendido-. "Es una larga historia, tú y yo hablaremos después"

"Volveré en unas horas, finjan seguir dormidos si alguien entra" -Tao Kun le entregó sus respectivas armas a los omega, y les pidió que las ocultaran por completo, saliendo de la habitación después-.

"Te dije que te fueras cuando tuviste oportunidad"

"Somos un equipo, no voy a dejarte ir solo al menor por ahora"

"No somos un equipo"

"A-Cheng, si algo te pasaba por mi culpa, no me lo hubiera perdonado nunca"

"¿Por qué sigues diciendo que tu culpa?"

"Sospechaba que tenía que ver con la muerte del hermano de Tao Kun" -Después de un suspiro y una ligera pausa, continuó sin mirarle-. "Yo lo maté"

"Lo sé, el idiota de mi ex compañero acaba de decirme" -Wei Wuxian lo miró esta vez-. "No voy a preguntar tus razones, ni a decir que fue tu culpa, lo único importante en estos momentos es salir de aquí"

Casualmente en la misma mansión, pero del otro lado, un alto y precioso alfa caminaba de un lado a otro, con paso delicado, como si no tuviera prisa ni molestia alguna, a decir verdad, se veía calmado, recién entraba a la sala del salón principal.

El alfa no era nadie más que Wen Ruohan, bajo la molesta mirada del, aún secuestrado Jin Guangyao.

A decir verdad, los días que llevaba ahí, habían sido prácticamente un infierno, el líder de los Wen casi no estaba, así que quien se hacía cargo de él, para su desgracia eran los dos hijos del alfa. Jin Guangyao agradecía que Wen Xu no lo dejara solo con Wen Chao, la única ocasión donde estuvieron solos, no solo lo golpeó, intentó abusar del ex líder Jin, y Jin Guangyao debía admitir que no era malo para defenderse, estuvo a punto de escapar gracias al error de Wen Chao, pero, además de que el mayor de los hermanos evitó que el otro alfa se sobre pasara, también evitó su escape.