Capitulo 13

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- ¿Me estas jodiendo Joaquín Bondoni?

- No, lo digo en serio, me invito a salir hoy es la noche.

- Esto es demasiado, no puedo creerlo – dijo Ela.

- Yo tampoco sigo poder creerlo. – dije.

Estaba con las chicas en cancha de tenis. A Elaine se le antojo jugar y aunque ninguno de las tres sabíamos jugar bien, lo estabamos intentábamos solo para divertirnos y matar tiempo.

- ¿Ya sabes que te pondrás esta noche? – preguntó Ela – yo te puedo escoger algún conjunto.

- No, aun no he pensado en nada que ponerme, ni siquiera tengo cabeza para pensar en eso ahora.

- Me lo imagino, pero ¡Anímate! Mi hermano tiene mucho tiempo que no había invitado a nadie a salir con él.

- Eso no te creo – dije y era la verdad – el bichi tiene mucha belleza como para no tener experiencia con citas.

- Te lo estoy diciendo en serio Joaco.

- Bueno aún tenemos tiempo para ver que puedo ponerme – me encogí de hombros.

- ¡Niñito raro! – escuche el grito de Emilio a mis espaldas. El caminaba hacia nosotros – Nos vamos ya.

- ¿En neta Emilio? – lo miré enojado – me dijiste que era a las siete.

- Si, pero el lugar a donde iremos es lejos y el camino es muy largo. Así que, ya tenemos que irnos.

- Emilio...- estaba haciendo berrinche como niño chiquito – al menos me lo hubieras avisado ayer en la noche o incluso más temprano.

- No importa, anda ve – me animo Romina. Me despedí de las chicas, me desearon suerte y caminé con flojera hasta él.

- Ni siquiera me veo presentable – traía solo un conjunto deportivo.

- Así te ves lindo, vamos deprisa.

¿Me ha dicho lindo?

- ¿Al menos puedo saber a dónde vamos?

- Iremos a un lago – contestó, íbamos caminando al estacionamiento a buscar su auto. Y demonios, sí que le gustaba los autos deportivos – está un poco lejos, manejando son como unas tres horas.

- ¿Y no llevaremos nada de comer?

- No, pasaremos por una tienda a mitad del camino – suspiré – ahí podrás comprar lo que se te antoje.

- Entonces iré por mi mochila – dije – no traigo nada conmigo – Emilio suspiró de la frustración, supongo - ¿Qué? No es mi culpa que me avisaras hasta ahora.

- Esta bien, vamos.

Nos regresamos para ir a los dormitorios. También aprovecharía para cambiarme de ropa y agarrar mi mochila con lo que necesite. El viaje será largo y será súper incomodo con Emilio muy cerca de mi.

-No tardo – dije cuando ya habíamos llegado a los dormitorios.

- Te espero.

Entre rápido a mi habitación y me lleve la gran sorpresa ya que habían muchos arreglos de flores, pero en serio, eran demasiados.

- ¿Qué carajos? – me acerque a una de ellas y note que traía una nota.

"Lo siento, me siento tan mal al saber que destruí la confianza que teníamos. Realmente quiero que me perdones. Ojalá y te gusten las flores.

Atte: Sian"

¿Qué? Ay dios ¿Podre conocer a un hombre más mentiroso y traicionero que Sian? No, creo que no. Y en primer lugar ¿Cómo rayos entro a mi habitación sin permiso? Bueno, que aquí no respeten las reglas sí que me sorprende. Deje la nota en mi cama, no lo iba a perdonar, es más, ni siquiera me gustan las flores. Tome rápidamente mi ropa y me cambie. Ahora traía unos jeans claros, una sudadera naranja al y unos tenis. En mi mochila coloque mi celular, un libro para leer, crema, bloqueador solar, una toalla y un traje de baño por si acaso. No me vendría mal meterme al lago.

Vuelve a Mi // adaptación (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora