Capitulo 26

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-Hola mamá – Romi fue corriendo a abrazar a su madre, que por cierto es una mujer muy hermosa.

- Hola Emily – dijeron al unísono todos y la saludaron de beso y abrazo cada uno. Yo fui el único que no hizo eso.

- Todos ya nos tenían abandonados – todos rieron.

- Ma te quiero presentar a mi nuevo amigo, que conocí en el internado – Romi me jalo – Él es Joaquín Bondoni.

- Hola, mucho gusto señora Marcos – sonreí.2

- Hola – sonrió – pero mira nada más – me tense al notar que me estaba analizando de arriba para abajo – ahora ya entiendo porque mi hijo está completamente loco por ti – Espera ¿Qué?, todos se empezaron a reír, creo que fue por la cara que puse cuando dijo eso – Eres una preciosura de persona – ella me tomo de los brazos y me abrazo – Todos los amigos de mis hijos son como unos hijos para mi, y no me llames señora, solo dime Mily o Emily.

- Esta bien y gracias Emily – sonreí un tanto avergonzado por la situación.

- ¿Quieren algo de comer o beber chicos o solo alguna botana? – comentó Emily.

- Solo unas botana mami, ahora iremos a la alberca – dijo Romi, sonreí algo incomodo.

- Esta bien hija, pero cuando llegue tu padre, todos iremos al comedor para comer juntos.

Emily se fue a la cocina. Las chicas y yo nos dirigimos hasta la habitación de Romi, ya que dijimos que dormiríamos todos juntos ahí. Entramos a la habitación de Romi, que literalmente es del tamaño de un departamento. Ahora que lo recuerdo, a los pocos minutos que llegamos no había visto a Emilio. Creo que ni siquiera estaba con nosotros cuando su madre nos saludó.

- ¿Emilio se lleva mal con sus padres? – pregunté con algo de curiosidad.

- ¿Por qué dices eso? – me miro.

- Es que no saludo a tu madre cuando llegamos.

- Ah – sonrió – eso no lo sé, pero supongo que discutieron. Porque cuando mamá le dice sus verdades a Emilio, él no le habla hasta un día después.

- ¿En serio lo que dices? No sabía eso – dijo Ela riendo.

- En realidad todos somos así en esta casa. – rio Romi – creo que nos jode mucho que nuestros padres tengan siempre la razón.

- Hola – la chica desconocida entro a la habitación donde estábamos– Andrés me dijo que podía dormir aquí con ustedes – dijo un poco avergonzada.

- Claro Meredith pasa – sonrió Ela – Joaco, ella es Meredith.

- Hola un gusto – sonreí. Ella sí que era muy hermosa, sus pequeñas pecas se podían notar y su cabello pelirrojo era demasiado perfecto para mi gusto.3

- El gusto es mío, he escuchado hablar mucho de ti.

- ¿Es en serio? Bueno, eso ya no me extraña – reímos.



Empecé a sacar mi ropa de la maleta y la coloque en el espacio que Romi me había prestado para colocar las cosas que traje. Mientras todas platicábamos de algunas anécdotas, tome un conjunto blanco para vestirme. Me daba pena ponerme mi traje de baño, y yo tenía ganas de meterme a la alberca.

- ¿Traes traje de baño? – Ela me saco de mis pensamientos. – te puedo buscar uno.

- No, no hace falta, yo traje el mío – dije. Ela me miro mal.

Vuelve a Mi // adaptación (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora