Capitulo 30

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Después de ese pequeño enfrentamiento que tuvimos con Seidy, nos fuimos directo a la cafetería, ya moríamos de hambre. Nuestras siguientes clases comenzaban mucho más tarde, así que teníamos tiempo libre. Me sorprendí mucho al ver a Billy, Ale, Esteban y Brandon en la mesa que estaba junto a nosotros. No me malinterpreten, no sabía acerca de la amistad que estaba ejerciendo entre todos los hombres. Respecto a Esteban, dejamos de hablarnos por un tiempo después de aquel beso que nos dimos en la fiesta con el objetivo de darle celos a Emilio. Resultaba muy incómodo, pero al final yo me disculpe y él también lo hizo, así que creo que ahora estábamos bien. Pero no podía decir lo mismo de Emilio, él se la pasaba insultándolo e ignorándolo todo el tiempo, Esteban solo disfrutaba verlo enojado, pero yo no lo hacía.1

- ¿Qué hace ese idiota aquí? – gruño. Esteban se encontraba contando una anécdota a los chicos en su mesa.

- Ya deja de ser grosero con él.

- No deja de hablar, es molesto. – Niko rio, lo había escuchado.

- Oye, ya tranquilízate amigo – rio Esteban – ya sé que estás enojado porque haya probado los dulces y suaves labios de tu novio – lo mire mal, esto no ayudaba para nada.

- Es mejor que cierres la pu...

- Ya, tranquilos – interrumpió Andrés, antes de que Emilio se intentara levantar – solo está bromeando Emilio. - Ellos rieron, Emilio se volvió a acomodar en su asiento.

- Relájate Bichi – bese su mejilla. El me mantuvo cerca de el en todo momento.

- ¿Por qué estas verificando si dos más dos son cuatro? – preguntó Meredith a Andrés. Ale rio. Mer les daba asesorías de matemáticas.2

- Tenemos que asegurarnos de todos nuestros resultados – se encogió de hombros, Mer parecía querer golpearlo, pero solo se rio.

- Bueno a cualquiera le pasa – dijo Ale.

- ¿Qué pasa? – reí, noté que Emilio no me quitaba los ojos de encima. Los demás siguieron haciendo lo suyo.

- ¿Qué pasa de qué? – murmuro con su sexy voz ronca.

- Desde la mañana no dejabas de verme así.

- ¿Te molesta que te miré de esa forma? – sonreí.

- Obvio no, me encanta que hagas eso – se acercó a mí y me dio un tierno beso – pero a la vez siento que me quieres decir algo y no te animas a hacerlo.

- En parte sí, es algo que deberías de saber.

- Dímelo entonces – él se mantuvo callado unos minutos, solo me miraba - ¿Es acerca de eso? – murmure – No me lo tienes que decir ahora...

- No es eso Joaco, no es nada malo te lo prometo – rio.

- Ya dime – insistí riendo – eres tan misterioso Bichi.

- No me digas Bichi, enano – pico mi costilla haciéndome reír.

- No hagas eso. – el beso mi frente.

- Creo que andan repartiendo una dosis de azúcar y amor amigos – dijo Andrés.

- Alguien debería de seguir sus pasos – murmuro Mer, pero creo que yo solo la escuché.


- En el aire está el amor – comento Romi, Diego se tapó la nariz rápidamente, y todos reímos.6

- Que patéticos son – exclamo Emilio.

Vuelve a Mi // adaptación (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora