Vuelve a Mi // adaptación (Emiliaco)

Capitulo 17

-Ahí están – el entrenador Anderson. Nos saludó y nosotros hicimos lo mismo – Gracias por aceptar ayudar, me dejaron un lio en este gimnasio, creí que no habría tantas cajas.

- No se preocupe entrenador, nosotros ayudaremos con las cajas.

- Gracias, iré por otras cosas más, en un momento vuelvo a ayudarles, ustedes vayan comenzando. – el entrenador se fue dejándonos solos y nosotros comenzamos a ordenar.

- Este lugar sí que es aterrador – dije.

- Demasiado – siguió Brandon – pero creo que es mucho más agradable que ese internado. – las cajas no pesaban tanto y eso es mucho mejor para nosotros.

- Oye tampoco es para tanto – rio Fabián – no sé porque siguen guardando cosas aquí, si este lugar se caerá en cualquier momento.

- ¿Saben la historia de este lugar? - pregunte.

- La verdad no - habló Billy - Lo único que se es que fue construido mucho antes que el internado.

- Se dice que lo abandonaron porque hubo una matanza aquí - explicó Brandon - lo mantenían lejos porque decían que pasaban cosas extrañas y paranormales.

- ¿Eso en serio? - dijimos al unísono Fabián y yo.

- No - Brandon y Billy rieron. Suspiré aliviado.

Soy fan de las historias y películas de terror, pero no me gustaría que algo paranormal me pasase en este lugar ahora mismo.

- Son unos idiotas - dijo Fabián.

- Sólo abandonaron este lugar sin alguna razón alguna y el internado ahora lo usa como bodega para desechar las cosas que ya no usan.

- Es una pena – dije – tienen cosas buenas y las tiran.

En las cajas había diferentes objetos, como trofeos viejos, equipo del equipo de tenis, de básquet, en sí de todos los deportes y varios se ven que todavía están en buen estado. También había demasiada ropa. El único uniforme que se usa en este internado es para el deporte y aquí había mucha ropa de ese estilo. ¿En serio tiran estas cosas en lugar de donarlas?

- Mira, aquí hay una playera de tu novio Joaco  –  comentó Brandon, en sus manos estaba una playera que en la parte trasera decía "Emilio 15". Creo que era su antiguo número en el equipo.

- Él no es mi novio.

- Si, lo que digas – rio.

- Oigan ¿Alguien más aquí percibe que huele a gasolina?2

- ¿Gasolina? Por supuesto que no – y justo en ese momento me llego el olor – espera ...si huele.

- ¿De dónde vendrá el olor? Este gimnasio es muy viejo puede haber un recipiente viejo con gasolina. - comenzamos a buscar el lugar de donde provenía el olor.

- ¡Cuidado Joaco!

Escuché el grito de Fabián y sentí un gran ardor en mi brazo derecho provocado por el jalón que me dio, evitando así que las grandes cajas que se encontraban en los grandes estantes cayeran encima de mío.

- ¿Estas bien? Lo siento, te hice daño.

- No, no te preocupes, estoy bien – sonreí – gracias por salvarme la vida.

Nos quedamos todos callados y dispuestos a volver a "trabajar", pero nos detuvimos por un olor como  a cajas quemándose. Y siéndoles sincero, no les puedo explicar el miedo que me dio ver creer las llamas por todas aquellas cajas tiradas. Fabián tomo mi brazo y nos alejamos rápidamente de ahí. El fuego poco a poco iba aumentando y yo comenzaba a asustarme demasiado. Ahora fue momento de maldecir por tener tantas cosas que fácilmente puedes quemarse ¿Y saben que es lo trágico que nos pudo haber pasado? Que justo el fuego comenzara por la puerta principal. Tal vez dios o el destino, nos odia y están en contra de nosotros.

-Nos vamos a morir – fue lo primero que dije, ya que el humo ya estaba dificultándonos el respirar.

- No, tiene que haber alguna otra salida por aquí. – Billy y Brandon salieron del shock y empezaron a buscar una salida. Yo sólo veía como el fuego se acercaba a nosotros.

- No hay nada mierda.

Las ventanas eran muy altas como para poder saltarlas y la única puerta trasera estaba cien por ciento sellada por cajas y algunas maderas.

- Agáchate Joaco, te hará daño inhalar el humo – todos nos alejamos del fuego y nos escondimos debajo de una mesa, que estaba casi al final del gimnasio – Tranquilos, saldremos de aquí.

- ¿Cómo estas tan seguro de eso Bill? – dijo Ricardo.

- ¡Seguro que esto fue obra de todos ellos! – negué la cabeza – Por favor Joaco...piénsalo bien, el más fácil deshacerse de los becados por medio de un accidente – mis ojos me comenzaban a picar, no sé si eso era por el humo o porque sé que lo que dijo Brandon puede ser cierto.

- ¡¿Quieres callarte?! – grito Billy – lo estas asustando más de lo que ya esta – tosió, el humo se había expandido más – Todo va a estar bien Joaco – lo mire, fue inevitable abrazarlo – el entrenador vendrá y nos traerá ayuda, todo estará bien.

Estaba convencido por las palabras de Billy. Sé que cualquiera vendría ayudarnos, pero el fuego crecía y yo estaba que me moría del miedo de lo que puede pasar. Cerré fuertemente mis ojos cuando escuché el estruendo de algo, este gimnasio se estaba cayendo en pedazos y desafortunadamente nosotros estábamos dentro de este. A veces me enoja ser tan exagerado y dramatico, pero en estos casos no se puede pensar en nada más que no sea la muerte.

*****

(Narra Emilio)

-Y así es como funciona la genética – termino Elaine de explicar su exposición.

- Muy bien señorita Haro, tiene un diez en este trabajo – algunos aplaudieron – deje su ensayo en mi escritorio por favor y ya puede sentarse.

La clase de biología, a veces era mi favorita y otras no tanto. Odiaba tanto que nos pusieran a exponer y lo peor de todo es que teníamos el mismo tema todos. ¿Acaso es entretenido ver miles de exposiciones con el mismo tema? Pues no. Mi vista se dirigió al pupitre del becado, se me hacía muy raro que no haya entrado, pero ¿Eso no debe importarme, cierto? ¿Entonces porque me preocupaba tanto no verlo en la clase? O al menos saber de cómo estaba él. Carajo, llevaba más de dos semanas sin hablarle, haciendo como si no existiera. Y esa mocoso se ha metido en mi cabeza que ya no puedo dejar de pensar en él, mucho más que antes.

- ¿Te preocupa que no esté mi amigo? – la voz de mi hermana me hizo regresar a la realidad.

- No me preocupa para nada, ni siquiera estaba pensando en él – mentí obviamente, Romi rio – solo miraba ese lado, deja de molestar.

- Claro, ¿Cuándo vas a admitir que él te trae loco?

- No me trae loco.

- Si, porque te gusta.

- Cierra la boca Romina.

- Él se encuentra con sus amigos en el viejo gimnasio, le están ayudando al entrenador con algunas cosas, no me dijo nada más, solo por si querías saberlo y dejar de preocuparte.

- Eso no me interesa dije.

- Bien chicos, las exposiciones terminaron el día de hoy – suspire, al fin, ya necesitaba comer– me sorprende que todos hayan estudiado tan bien... - el profesor de la nada dejo de hablar, parecía que alguien lo había congelado. Miraba algo por la ventana - ¿Qué es ese humo? ¿De dónde proviene?

Todos teníamos una cara de shock y confusión, la verdad creíamos que el profesor estaba loco, pero era cierto lo que estaba diciendo. Había humo por todas partes y no cualquier humo, era tan negro como si alguien estuviera quemando ochenta árboles. Bueno, tal vez exagero.

-Oigan – dijo Diego – ¿Qué no por ahí se encuentra el viejo gimnasio? – Romi me miro asustada.

- ¡Joaquín está ahí! – gritó.

Sin pensarlo dos veces y dejando a un lado todos los murmullos, corrí lo más rápido posible seguido de Niko, Diego y Andrés. Sinceramente en estos momentos no me importaba lo que otros dijeran. Mi cuerpo reaccionó tan rápido que hasta a mí me sorprendió. Y en mi mente solo se encontraba Joaquín.
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Espero les guste
Besitos
Dedicado a Cielito_CaNx VaninaSotoGonzalez