Capitulo 19

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Capitulo 19
-Yo les dije que ellos habían sido.

- No me sorprende que haya sido Roy el culpable de todo esto - dije - es un idiota que me ha hecho la vida imposible desde que llegue aquí, ojalá y lo expulsen para siempre.

- Joaco, Roy Royer, hijo de un político importante ¿Crees que el permitirá que a su hijo lo expulsen de la escuela? - negamos - esta bola de idiotas siempre resuelve las cosas con dinero y sus influencias.

Tenía razón Billy, estoy seguro su padre le había comprado hasta sus calificaciones, no todos, solo uno que otro. En ese momento escuche el sonido de la puerta abrirse, ahí se encontraban mis amigas, en cuanto me vieron corrieron a abrazarme.

-Nos alegra que estés bien, pensamos lo peor, no sabes lo preocupadas que estábamos.

- Estoy bien Ela - sonreí - solo un poco desconcertado por todas las emociones que sentí en ese momento.

- Estoy segura que de esta vez no se salva Roy tan fácilmente.

- Nosotros ya nos vamos Joaco - interrumpió Brandon - el director quiere hablar con nosotros, pero iremos solo nosotros tres para que tú puedas descansar luego nosotros haremos lo mismo.

- ¿Quieres que te acompañemos a tu habitación? - dijo Billy.

- No - interrumpió Romina - mi hermano se encargara de llevarlo, no se preocupen por eso.

- Esta bien, cuídate. - Se despidieron de mí y se fueron de la habitación como si el incendio nunca hubiera pasado.

- Ese Billy es todo un bombón.

- Romina ¿Qué te traes con Billy? - se burló Ela, yo reí.

- Nada, se los juro, solo me parece muy guapo.

- Si claro y Joaquín no está que se derrite por Emilio - yo deje de reír al instante.

- Eso es cierto - chille - yo no me derrito por el Bichi.

- Por supuesto que sí lo haces - se burló Elaine – y tú también lo traes loquito ¿Acaso no viste como entro en aquel incendio solo para salvarte, sin importarle lo que pasara?

- Si lo sé - sonreí inconscientemente. - fue lindo de su parte que me ayudara.

La puerta se abrió de repente, dejando ver a Emilio. Mi corazón no pudo evitar acelerarse en cuando lo vi. Mis manos comenzaron a sudar un poco, por dios, estaba demasiado nervioso.

-Hola chicas, hola Joaco.

- Hola - contestaron las chicas, yo estaba mudo en ese momento.

- ¿Ya llevaras a Joaquín a su habitación?

- Si él le parece bien si - me miro.

¿Por qué me haces esto dios? Odiaba que me mirara así, era tan penetrante su mirada que sentía la sangre subirse hasta mi cara de la pena que sentía. Pero recuerda Joaco, tú lo odias, dijeron que no existían para el uno al otro. Recuerda todo lo que él te ha dicho, sus comentarios hirientes, en todo este tiempo. Pero también recuerda que él te salvo la vida.

-He sí, estoy muy cansad, necesito descansar - susurre.

Romina y Elaine no dijeron nada, simplemente salieron de la enfermería. Emilio me tomo en sus fuertes brazos con cuidado y yo rodee mis brazos a su cuello para no caerme.

- ¿Ya te sientes mejor? - susurro cerca de mi rostro, sentí como un santuario de mariposas en el estómago.

- Si -hablé en voz baja - creí que iba a estar mucho peor, pero creo que solo sigo en shock por lo que paso.

- Me imagino que sí, pero solo necesitas descansar un poco y ya te sentirás mejor. - sin pensarlo apoye mi cabeza sobre el pecho fuerte de Emilio, sentí como se estremeció y me quite rápidamente de ahí.

- Lo siento, mi intención no era incomodarte.

- No lo estas haciendo.

Ya extrañaba sus comentarios secos. Unos pocos minutos llegamos a mi habitación. Emilio fue muy amable de acomodarme suave mente en mi cama y en pasarme un vaso de agua ya que tenía la boca seca.

-Creo que tu mamá fue la que llego hace rato, y está hablando con el director ahora.

- ¿Qué? - me levanté tan rápido de la cama que sentí un leve mareo y casi caigo - ¡Ay!

- Joaquín no te levantes de esa manera, tienes que descansar porque sigues debil.

- Es que tú no estás entendiendo, posiblemente mi madre le esté diciendo al director que me dé de baja en el internado.


Sin esperar la respuesta de Emilio, corrí con las pocas fuerzas que tenía en ese momento hasta la dirección. Pero lo malo de todo esto es que la maldita dirección quedaba muy lejos y yo me estaba debilitando poco a poco con el esfuerzo que hacía.

- ¡Mierda Joaquín! - Emilio me tomo en sus brazos - ¿Entiendes que acabas de salir de un incendio y tu cuerpo necesita recuperarse?

- Necesito...ir...con...mi...mamá ahora... mismo.

Mientras el Bichi me estaba llevando hasta la dirección pude apreciar mejor su rostro. Su barba rasurada, y tenía uno que otro pequeño lunar, sus cejas eran bastantes pobladas, sus pestañas largas ¿Qué secreto tiene este hombres para tener las pestañas así? Carajo, lo envidio demasiado, otra de las cosas que me gustaba de él eran sus labios, eran grandes y carnosos, levemente rosados. Cerré mis ojos por unos instantes, si les soy completamente sinceros esto parecía un sueño, jamás hubiera creído que Emilio Marcos me tuviera en sus brazos, estar cerca de él, todo esto es muy raro. Creo que mis amigas si tenían razón, tal vez estaba sintiendo cosas por Emilio y no precisamente como amigos, pero sabía que estos sentimientos no eran correspondidos por él. ¿Pero cómo pudo ocurrir esto así de la nada? Había estado tan metida en mis pensamientos que no reaccione hasta que mis pies tocaron el suelo. El pasillo estaba repleto de alumnos junto con sus padres. A algunos si los conocía, otro no.

-Oh no puede ser - susurre, Emilio me miro raro - Ahí está Rebecca Long.

Rebecca Long tiene un programa de repostería, a veces mi mamá y yo la veíamos mientras seguíamos sus recetas.

-Sí, lo sé. - creo que ya había regresado el antiguo Emilio.

No dije nada más, me molestaba su cambio repentino de actitud. Simplemente avance hasta la dirección para poder así encontrarme con mi mamá. La oficina del director era muy grande, bueno, antes de entrar tenía una sala de espera que era gigante y ahí estaba mi madre sentada.

-Mami - corrí abrazarla y ella también lo hizo.

- Mi niño - beso mi mejilla - ¿Estás bien? ¿Ya te revisaron los doctores?

- Sí, estoy bien. No fue nada grave te lo juro, llegaron a tiempo para salvarnos.

- ¿Cómo que no fue nada grave Joaquín Bondoni? Estabas en un incendio ¡Pudo pasarte algo peor o incluso morir ahí!

- Mamá relájate, llegaron a tiempo para ayudarnos y estoy entero - le sonreí para así poder convencerla, pero ella mantenía su rostro completamente serio. - No te preocupes.

- Pediré que te den de baja de esta escuela cariño. - oh no, eso es lo que no quería escuchar.

- ¿Qué? No, no puedes hacerme esto mamá, me gusta estar aquí - ella negó - sabes que es una gran oportunidad, no hay mejor escuela que esta.

- Claro que las hay, aquí todos solo pagan por sus calificaciones.

- La mayoría no son así, entiéndeme, yo no me quiero ir de aquí.

- ¿Señorita Miranda Bondoni? - interrumpió el director. - Pase por favor.

- Por favor mamá - le suplique - no me quiero ir de aquí.

Mi madre soltó un suspiro, beso mi frente y camino para adentrarse a la oficina del director. Solo espero que realmente mi madre me escuche, al menos por una vez en la vida que me haga caso.
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Espero les guste

Vuelve a Mi // adaptación (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora