23.

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Lucía.

—noo, por qué? te hizo algo Joaquin?— me pregunta
Engracia siguiéndome a la habitación.

—nada, no ha hecho nada —le digo tratando de no llorar, y comienzo a hacer mis maletas.

—no te creo mi niña, tiene que a ver una razón muy
poderosa para que tú te quieras ir —me dice segura.

—pues si la hay, pero eso tiene que hablarlo con su hijo —le digo mientras sigo ordenando mis cosas —he llamado a  mi padre, y él está feliz de recibirme en su casa.

—o sea que no me dirás, el porqué de tu abandono.

—es porque yo no puedo luchar con el recuerdo de una muerta, Joaquín está enamorado del recuerdo de Patricia, y yo no puedo hacer nada ente eso—me sincero con Engracia.

—veo que al fin te contó sobre ella —me dice y yo tomo
asiento —es Muy triste por lo que pasó mi Joaquín, pero
te puedo asegurar que desde que te casaste con él le
has de vuelto la sonrisa —me dice.

ignoré lo que dije y salí con otra cosa —tenes que hablar con Joaquín, y trata de que él te diga la verdad, si?

—de que verdad hablas? —me pregunta anciosa.

—él es el indicado para que sepas la verdad —le digo
mientras cierro mi maleta, la bajo y camino hacia la puerta. —Engracia te quiero mucho —le susurré mientras unas cuantas lagrimas salían de mis ojos

—yo también te quiero mucho Lucía, eres como la
hija que un día arrebataron de mis brazos , pero por favor no te vayas, no dejes a mi hijo. 

Primero que nada, quedé algo impactada por lo que sin querer me confesó. Habían robado a su hija.

—puede ser que me quiera, pero el recuerdo y lo que siente por Pato es más fuerte que todo. Fue un placer y espero que algún día me perdones, te adoro —digo abrazandola fuertemente. Ella me lo corresponde de igual manera y por primera vez en toda mi existencia
sentí el amor que me ha faltado durante toda mi
vida —quiero que le dé esta carta a Joaquín —dije
pasándole la dicha carta, para luego irme con mis
cosas.

Tomé un taxi lo primero que iba a hacer era ir a despedirme de Sergio, pedirle disculpas por las esperanzas que le di, actué mal, lo sé.

A los minutos llegué a la empresa.

—y esas maletas? —me pregunta mi ahora ex jefe.

—me vengo a despedir —digo algo solloza.

—pero a donde te vas nena?!

—me voy de Argentina y por favor antes de que me digas que no me vaya y así, tengo que pedirte perdon, yo soy una mierda por haberte usado para sacarle celos a Joaquín , pero es que yo estoy muy enamorada de él, y yo a ti te quiero mucho, muchísimo, pero como amigo y lo sabes. —dije sin más.

—si, aunque no lo creas lo supe, sabía que esto era
un juego, siempre lo supe, pero que quieres, ¿qué
me enoje? bueno no, no podría enojarme contigo,
supongo que cuando uno está enamorado hace lo
que sea —me dice y me abraza fuertemente.

—gracias Sergio, en serio. —lloro en sus brazos .

—no te vayas por favor, no te vayas —me suplica
mientras me aprieta más hacia su cuerpo.

—tengo que irme, aquí sufro, mi papá me ofreció estudiar allá, pasar tiempo con él y bueno, yo ya acepté, no puedo echarme para atrás —dije tomando sus manos.

—entonces creo que no podré hacer nada para impedir eso.

—lamentablemente si, bueno ahora me voy a hablar
con mí madre y luego me voy –le digo.

Sexo con Timidez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora