Cap 2 | Tiempo

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Narra Rubius

Mi respiración se detuvo, mis dedos templaban, mi corazón quería salirse y yo no sabía que hacer, no sabía cómo actuar, no sabía cómo respirar.

~Revivir a Vegetta~

Todos en la sala comenzaron a hablar entre gritos y exaltaciones, pero yo solo era capaz de mirar la flor en mis manos, mientras escuchaba el murmullo de sus voces sin entender nada, sin entender nada más que aquellas palabras que se repetían con constancia en mi cabeza.

~Revivir a Vegetta~

Era una broma ¿verdad? Era una jodida broma de mal gusto, un sueño, una alucinación, un fallo de mis oídos que solo escuchan lo que ellos querían, que solo escuchaban lo que ellos añoraban.

~Revivir a Vegetta~

Me puse de pie de un jalón, al momento todos me miraron confundidos, todos me miraron asustados y preocupados.

-¿Es una broma? -grite exaltado mientras un nudo se hacía en mi garganta, un nudo que no me dejaba hablar- ¿Es una jodida broma? ¡Contesten joder! -grite con todas mis fuerzas, grite con una impotencia que hace mucho no había tenido.

~Esto no puede ser verdad~

Miré a Luzu el cual solo agacho la mirada.

-¿Me estás diciendo que todo esté puto tiempo pudimos revivirlo? Que hace mucho el pudo regresar con nosotros -suspire frustrado- conmigo.

Luzu bajo la mirada, y con ese sencillo movimiento todo mi mundo se congelo, todo mi ser se congelo, todo se congelo junto a mis pensamientos. Yo ya solo era un cuerpo vacío que sentía como su alma se desprendía con cada suspiro, con cada pestañeo, con cada maldito pensamiento que me recordaba una única cosa.

~Vegetta~

Al salir de mi trance yo solo podía concéntreme en un nuevo sentimiento, en un nuevo sentimiento que hace tanto no recorría en mi cuerpo, que hace tanto luchaba por contener, por callar.

~Furia.~

Volví a mirar a Luzu con un nuevo propósito, un propósito que solo me rogaba una jodida cosa: respuestas.

Caminé hacia él, camine hacia la única persona que siempre tuvo lo que yo más añoraba. Caminé hacia la única persona, que aunque siempre tuvo la posibilidad de volver a la vida, a la persona más hermosa del mundo, aun teniendo esa jodida oportunidad, simplemente la ignoro. Simplemente nos dejo a todos sufrir.

Estaba dispuesto a pegarle, estaba dispuesto a pegarle a quien sea, estaba jodidamente dispuesto a pegarle a lo que fuera. Quería pegarle a lo que fuera solo para que dejara de doler, para que las lágrimas dejaran de salir.

Para que mi alma dejara de quebrarse, porqué si lo seguía haciendo, ya no quedaría nada más de mi, ya no quedaría más que un saco de huesos sin ganas de respirar, sin fuerzas para vivir.

~Un sacó de huesos que buscaba con desespero la calidez de la persona que amaba más que a su miserable vida~

Y justo cuando iba hacia él, los brazos de Auron me rodearon, me abrazo intentando contener la tormenta que había dentro de mi, intentado contener una bomba que al fin había explotado. Y con ese simple tacto, todos mis muros cayeron, y todos mis muros dejaron que me derrumbara frente a mis amigos que en este jodido tiempo, no me vieron soltar una lagrima hasta ahora.

Ahí en sus brazos sentí mi mirada nublarse con las lágrimas. Las cuales estaban llenas de tristeza, de enojo, de frustración.

~Vegetta~

Quería gritar hasta que me soltara, quería pegarle hasta que nadie que no fuera él, me volviera a tocar, quería hacer tantas cosas, pero esa mirada morada que aún seguía tatuada en la mía, esa mirada no me dejó moverme, solo me permitió fundirme en la tristeza.

Esa tristeza de la cual creí haberme desecho hace mucho.

Me deje hacer por los brazos de Auron, los cuales me arrullaron, hasta que las lágrimas corrieron libremente por mis mejillas. Hasta que mi pecho dolió entre las llamas que invadían mi ser, entre esas llamas que poco a poco me consumían hasta solo dejar cenizas.

-Vamos a sentarnos puerco - hablo Auron entre susurros.

Yo solo asentí con las pocas fuerzas que me quedaban, con las pocas fuerzas que aún tenía, y que gracias a ellas podía seguir con los ojos abiertos.

Me ayudo a sentarme y yo por instinto baje la mirada para seguir llorando, para seguir pellizcando mi piel con fuerza.

~Vegetta~

-Creo que nos debes muchas explicaciones -escuché a Auron hablarle a Luzu, mientras acariciaba mi espalda.

Todos los demás seguían en silencio, todos los demás solo podíamos escuchar.

Escuchamos un fuerte suspiro: era Luzu.

-Solo no me interrumpan -hablo de manera seria- este conjuro no se si podría llamarse, revivir, es más, no se porqué ocupe antes esa palabra -dijo lo último en susurros a lo que yo levante la mirada para verlo, al conectar nuestras miradas, él bajo la suya - el conjuro lo que hará, será invocar su alma, y lo haremos por medio de un contrato, en el cual dirá que el permanecerá en la tierra hasta que cumpla su objetivo.

-Matar a.... -Hablo Willy entre susurros.

-Cuando cumpla su objetivo -levantó la mirada para verme directamente a los ojos- él regresará a el que ahora es su mundo.

-¿Y como sabemos que él aceptará eso? -contraatacó Fargan.

-Conozco a Vegetta, él haría lo que fuera por Karmaland -volvió a hablar Luzu- pero antes deben saber unas cosas -todos asentimos- tal vez el Vegetta que conocíamos no sea el mismo que regrese.

Las miradas de confusión no tardaron en llegar a él.

-¿A que te refieres? -preguntó Alexby lo que todos nos preguntábamos.

-Tal vez para nosotros, solo hallan pasado dos años desde que no está aquí - comenzó a hablar con la mirada perdida - pero en su mundo, el tiempo corre de diferente manera.

Un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo, hasta dejarlo helado y temblando.

-¿Cuanto tiempo ha pasado para él, desde que está muerto? - atreví a preguntar con el corazón latiendo tan rápido que sentía como si en cualquier momento saldría de mi pecho.

-Doscientos años.

-Doscientos años

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¿Aún me amas? [Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora