XVII

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Esto no puede ser posible, no, no lo era

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Esto no puede ser posible, no, no lo era.

¿Cómo era que no había ningún registro sobre la carta?

Era casi imposible que está hubiera sido entregada sin la necesidad de haber sido anotada en el montón de papel que Edgar me había entregado.

Me negaba a creerlo y aunque fuera cierto aún no lo haría.

Por un momento el hecho de que hubiera sido registrada bajo el nombre de otra persona se acaparó de mi mente, existía una probabilidad de que fuera cierto.

Revisé nuevamente las hojas que mi querido primo me había entregado y me sorprendí al ver que todo parecía estar en perfecto orden. No había nada que me hiciera sospechar de que la persona que necesitaba se encontraba ahí.

¿Cómo lo haría ahora?

Lo único que parecía poder darme la respuesta que quería había resultado ser un error en la investigación.

Salvando Un Corazón.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora