XXXIII

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No sabía cómo contarle los acontecimientos ocurridos estos días, quizá por el principio sea una opción pero teniendo en cuenta que la situación por la que la carta había llegado en primer lugar hasta mi hogar era delicado

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No sabía cómo contarle los acontecimientos ocurridos estos días, quizá por el principio sea una opción pero teniendo en cuenta que la situación por la que la carta había llegado en primer lugar hasta mi hogar era delicado. Aunque yo no fuera el principal destinatario.

— Hace ya me encontré una carta cuyo remitente firmaba con la letra "M", no sé si sea un chico o en su caso una chica pero en ella pedía que le entregase una carta a su hermana. — hablé — En el hablaba sobre todo lo que había pasado en su casa y con su familia, pero eso no es todo. Se estaba despidiendo, M se iba a suicidar.

Escuché un jadeó de sorpresa procedente de la chica que tenía a mi lado, así que tras suspirar decidí contar mi pequeño relato:

»  Me tome enserio el tema de la carta y decidí investigar más sobre quién se trataba en realidad por eso fuí a ver a Edgar, no tenía que recoger paquete alguno de mi madre yo solo quería describir quien estaba detrás — añadí — Y no sabes lo mucho que agradecí que tú hermano me diera esa carpeta aunque no contuviera la información que tanto estaba esperando, anteriormente había ido a otro lugar con el mismo fin pero me habían dicho que no podían dar tal información porque era confidencial, eso y además de que me dijeron que no era su culpa que yo tuviese un amigo con indicios suicida. Para no hacer esto más largo, no sé aún quien sea y mis padres ya están al tanto de todo.

Kathe solo suspiró, — ¿Que tienes hasta ahora?

— No tengo nada, estoy en ceros y me da miedo que sea tarde.

— ¿Haces esto por Majo?— preguntó y aparte la mirada como si el tema fuera difícil de hablar con alguien más pero con mis padres la irá recorría cada parte de mi por si sola.

— En parte, pero también lo hago por M.

Salvando Un Corazón.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora