« Somos esa salvación que ambos necesitábamos para sanar ».
Nate Maxwell solo tiene un objetivo, encontrar a la persona que está detrás de esa carta, la misma que empezó todo, antes de que el tiempo se le fuera de las manos.
Cero pistas, ningún indi...
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Otro día más sin saber de quién era la carta que justo ahora tenía en mis manos, otro día más sintiendo que estaba lejos de encontrar a M, otro día más siendo un inútil y bueno para nada, otra día más siendo la vergüenza de mi padre.
— ¡Nate! — gritó Jane, alias la loca, como Kathe le dice.
Si mi día era horrible, ahora lo era más.
— ¿Necesitas algo Jane?— pregunté tratando de sonar calmado.
Ella asintió mientras soltaba una risa nerviosa.
— No has ido a mi fiesta, ¿Te sucedió algo?
— No quiero ofenderte Jane, pero eso de perder mi tiempo en fiestas de adolescentes alborotados y con hormonas a flor de piel no es lo mío.— opine finalmente.
Ella soltó una carcajada y la mire confundido, — ¡Que aguafiestas eres Nate! Estamos a finales del curso, hay que divertirse un poco y no lo digo solo por las fiestas, ya sabes con qué.
¿Acaso era una indirecta para tener sexo?
— Odio decir esto pero es mejor ahora que nunca... — suspiré mientras pensaba todo lo que iba a decir — No quiero tener nada contigo, simplemente no me atraes. Aquí en este lugar hay otros que se matarían para tener algo contigo, supongo que es hora de que busques pareja y sexo por otro lado y me dejes a mí con mis asuntos más importantes. Con permiso.
Esperaba que por lo menos ahora sí entendiera que no tenía que ir por ahí diciendo que era su "chico".
— ¡Eres un idiota Nate!— exclamó furiosa.
— Al menos este idiota si tuvo la valentía suficiente para rechazarte — aclaré y no pude evitar sonreír — Es momento de que dejes de buscar novio y empieces a preocuparte por salvar el semestre, eso te hace falta con urgencia.
