« Somos esa salvación que ambos necesitábamos para sanar ».
Nate Maxwell solo tiene un objetivo, encontrar a la persona que está detrás de esa carta, la misma que empezó todo, antes de que el tiempo se le fuera de las manos.
Cero pistas, ningún indi...
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Esa tarde apenas llegué a casa rápidamente le envié un mensaje a Drew pidiéndole venir hasta aquí.
Solo tendríamos una charla y nada más, lo juro.
— ¡Drew está aquí!— el grito de mi madre resonó por toda la casa.
Era hora de hablar con el hijo de puta de mi mejor amigo.
Podría aceptar su manera de ser por los años que llevamos siendo amigos, pero jamás aceptaría la forma en que trataba a Katherine y se lo dejaría muy en claro.
— Miren nada más a quien tengo aquí, el mismísimo Nate Maxwell.— dijo con un deje de burla en su voz apenas entró a mi habitación. — Aquí me tienes, ¿Para que soy bueno?
— Dejate de burlas Drew, y seré claro contigo. — hablé mientras seguía acomodandome en mi lugar — Puedo tolerar todo menos que lastimen a mi familia, así que, ¿Que mierda tenías en la cabeza cuando cediste a tener algo otra vez con Katherine?
— Yo... Nate, estaba borracho... — dijo nervioso.
— Pues tu borrachera nuevamente la daño, que sea la última vez que te veo cerca de ella, ¿Entendiste?— dije fuerte y el asintió en repetidas ocasiones — Porque si me vuelvo a enterar de algo como esto, se me olvidaron los años de amistad y lo haré para salvar a alguien que quiero.
