Si no sabían nada de ellos mismos, ¿cómo sabrían de la persona que estaba ahí con ellos?
No entendían nada y la confusión era demasiada. Se movían por instintos propios, que no conocían que tenían.
Un ambiente raro al que deben adaptarse rápidamente...
Sentía que su cabeza daba vueltas, mientras todo su cuerpo se encontraba tirado en el suelo, boca abajo. No quería moverse en lo más mínimo, por pereza y ver si así se establecía un poco.
Lentamente abrió sus ojos percatándose de que estaba en un lugar sumamente extraño. Como si nada, el mareo desapareció al mismo tiempo en que sentía que algo olvidaba.
Se sentó con cuidado, estirándose por la mala posición en la que había estado.
Bajó su vista, notando que tenía una vestimenta extraña pegada. E inconscientemente volteó a un lado, encontrándose con un muchacho que se quitaba una capucha con orejas. Aparentaba estar igual que ella; perdido.
—¿Quién eres?— interrogó curiosa, ocasionando que se sobresaltara por ello.
Él la analizó un poco, buscando una respuesta para darle. Pero fue en vano.
—No... lo sé...
La chica de cabellos castaños claros arrugó ligeramente su nariz, pensativa.
—¿Y tú?
Se había esperado esa pregunta de regreso.
—Tampoco lo sé...— habló bajo.
¿Y ahora? ¿Qué debía pasar o hacer?
Se levantó con cautela, tambaleándose al estar de pie, ocasionando que el de cabellera verde atinara a intentar ayudarla aún en el suelo. Insegura y mejor parada, volteó a verlo y le extendió una mano para ayudarle. Él la tomó y cuidadosamente terminó parado también.
—¿Qué es este lugar?
Nuevamente interrogó la muchacha, observando a todos lados y siempre lo mismo: un espacio gris.
—Parece ser un espacio vacío entre mundos— giraba mientras le comentaba lo que pensaba a la chica, no muy seguro.
—Vaya... Eso me da miedo.
Apretó ligeramente sus puños, dándose ligeros golpes suaves en la cadera, intranquila.
—No te preocupes, quizás encontremos su límite.
Volteó a ella, notando su estado. Apoyó una mano en un hombro, llamando su atención.
—Saldremos de aquí— y le regaló una sonrisa.
Quedó viendo al joven que tenía algunas pecas sobre sus mejillas, dándole un toque amable y tierno en su parecer. No tenía cara de ser alguien malo, y lo presentía.
Lentamente le fue devolviendo la mueca positiva para asentir.
—Bien.
¡Holis! ¿Qué tal? ¿Les agrada este comienzo? Como verán, es la primera historia que hago de este anime, y me emociona jj.
Y por eso mismo, tendrán que superar una pequeña meta de votos.
20 votos= continuación.
¿Si? ¡Genial! Y ustedes me dicen cuándo actualizo, ¿quieren?
Me alegra que hayas llegado hasta aquí, si te gustó espera la siguiente actualización, sino, gracias igual jj.
Sin más, les dejo la ficha de la protagonista y me despido.
Besos ♥
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