Día 7

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A Merida, a veces le gustaría que la realidad sea solo una espantosa mentira, que realmente es un mundo alternativo que están viviendo sus otras versiones, que simplemente NO es real, quizá así se hubieran evitado tantas desgracias en su vida, como la vez que su madre le prohibió comer los postres que se robaba de la cocina porque engordaría, o cuando su padre le dejo a cargo a sus hermanos en la hora que sería su único momento de libertad que tendría antes de volver a la carga que sometían a una princesa, o cuando sus hermanos decidieron jugar con su arco hasta romperlo, sin duda, el paraíso, cuantos corajes se hubiera ahorrado pero al menos eran cosas que podía manejar, eran cosas que le pasaban tan seguido que ya estaba acostumbrada aunque aun así le gustaría caer en el hecho que todo es falso porque ella sabia que algún día llegaría algo que no pudiera manejar, no habría táctica para controlarse, escapar, nada y eso era algo que le estaba pasando ahora mismo, ella solo- no sabía que hacer.

El rey festejaba su cumpleaños y todo aquel terreno que estuviera cerca sería invitado a la fiesta, realmente Berk estaba hasta quien sabe donde pero igual estaban invitados a la fiesta, especialmente porque el hijo del jefe y la princesa se llevaban muy bien, Merida estaba feliz, aun si veía a Hiccup todos los días, estaba feliz.

Todo sonaba tan alegre y dichoso ese día, hombres y mujeres bebiendo, cantando, bailando, olvidando todo por una tarde para ser felices, Merida e Hiccup no eran la excepción y ellos no necesitaban estar ebrios para unirse al desorden que se estaba haciendo, las payasadas eran su esencia natural. Pocos minutos después Merida se encontraba con el grupito de Hiccup viendo como Brutacio intentaba agarrar un pedazo de pan de la mesa con la lengua, porque al parecer eso se veía muy interesante ahora y todos reían como si fuera el mejor espectáculo de comedia, incluida Merida, pero a ella le pareció aburrido el asunto cuando el rubio pudo alcanzar su comida, así que decidió pararse y llenar su vaso con algo diferente a lo que le servían a los jóvenes, aun con una sonrisa en su rostro porque ella en serio estaba feliz, en sus tantas vueltas por el lugar pudo observar de lejos la cabellera de su mejor amigo y Merida lo había olvidado por un momento, él en serio tenía que ver a Brutacio intentar agarrar un pedazo de pan con la lengua, estaba segura que ahora mismo había uno nuevo sobre la mesa.

—¡Hiccup!

Y dando vuelta una vez más fue cuando Merida deseo que la realidad fuera falsa, Astrid estaba sobre su mejor amigo con sus labios sobre él y, dios, ella realmente sintió muy feo en ese momento, su mejor amigo y Astrid, ella tenía los ojos cerrados y él completamente abiertos por la sorpresa y sus ojos también voltearon a verla, Merida entro más en pánico, pudo ver como empujo a la rubia y en cuando Merida salió huyendo pudo escucharlo gritar su nombre pero ella no se detuvo.

Merida tuvo que llegar a la entrada de su cuarto para procesar lo que estaba pasando, sin pasarse a este, sus mejillas estaban acaloradas y el corazón le palpitaba al mil, tenía que calmarse para poder pensar por qué, oh Dios, eso le había afectado y estaba pasando lo que había debatido en días anteriores, los sentimientos que había desarrollado hacia Hiccup, ella realmente se convenció muchas veces de que estaba confundida y que Hiccup solo le agradaba demasiado, lo estaba confundiendo con amor pero ahora estaba confirmado, el como se sintió allá abajo, Hiccup con otra persona, sí, Merida estaba enamorada, sin dudas, no iba caer negación ya no era su estilo y eso había dolido como la jodida mierda.

Por Thor ¿ahora que iba hacer? ¿Que seguía de esto?

—¡Merida!

Y como si su paz no estuviera lo suficiente desecha ahora resulta que Hiccup le había seguido. Maldito fanfic de quinta.

—Escucha, eso no fue lo que parece- Hiccup también estaba agitado y oh, sin duda era lo que parecía.

—Se estaban besando.

—¡Ella me beso!

—Uy, te veías tan mortificado- sarcasmo. Merida le dio la espalda cruzando los brazos.

—Yo no- espera ¿estas celosa?- Hiccup sonrió.

Merida se giro a verlo.

—No, cállate.

—E-Esta bien si estas celosa, yo igual- ¡por Thor! ¿Como no me di cuenta?- Hiccup llevo sus manos a su cara, completamente sorprendido.

—¡No saques conclusiones, no estas en tu derecho! Tú vienes aquí a darme explicaciones como si- como si- Merida parpadeo un par de veces, Hiccup se puso blanco —Oh vaya, vaya, dime Hiccup ¿por qué necesitas explicarme que no tienes nada con Astrid?

Ambos guardaron silencio, bajando sus miradas al darse cuenta de lo que estaba pasando, no necesitaban más que eso.

—¿Así que..?

—Sí ¿Y tú..?

—Sí.

Ambos se recargaron en la pared, esa sería una larga y extraña platica.

Mericcup Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora