Día 25

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Era un día alegre para el reino de DunBroch y la isla de Berk, todos se reunirían en una misma isla para celebrar, pues la reina y el jefe de los vikingos se unirían en matrimonio.

Se había pasado por tanto para llegar a ese día, desde romper reglas a llegar a posibles guerras, desde discusiones a peleas con armas, desde hablar con sus padre a posiblemente perder tu puesto como el/la próximo/a jefe/reina. Realmente Hiccup y Merida sentían que no iban a salí de vivos de eso, pero ahí estaban, listos para dar el siguiente paso.

Hubo discusiones de como y donde se realizaría el festejo así que la pareja tuvo que llevar todo en sus manos con la ayuda de sus amigos, logrando así hacer la boda en una pequeña isla en medio de DunBroch y Berk, donde también sería el banquete y la fiesta, los escoses estarían en un lado y los vikingos en otro, y no se permitirían armas. Todos estaban reunidos y ansiosos por lo que iba pasar, pues era una unión que nadie en un millón de años se imaginarían pero ahora estaba siendo posible y era una locura.

Los reyes de DunBroch y el jefe de Berk observaban con la madre de Hiccup hablaba con su hijo mientras terminaba de dejarlo en el altar, ambos con una sonrisa y posiblemente llorando, los cuatro estaban muy sentimentales ese día y gracias al cielo eso provocaba que no terminaran en una discusión, por que, bueno, habrán aceptado el matrimonio pero todavía no eran amigos al cien por ciento. Una vez que la madre llegó al lado de su esposo era turno del rey de abandonar su lugar entre el público e ir al final del pasillo para hacer entrar a su hija. Todos voltearon para ver a la ansiada novia. Ella vestía un vestido sencillo color blanco con un pequeño velo sobre sus cabello rebeldes que fueron difícilmente amarrados en un cola, Merida tomaba el brazo de su padre con fuerza pues no era muy fan de la atención sobre ella y los halagos de su padre no mejoraban la situación, todo esto le parecía una locura, llevar esta celebración acabo fue más idea de Hiccup, pues él adoraba las tradiciones, con que los dos simplemente se unieran le era más que suficiente a Merida, pero ahí estaba ella, complaciendo a su chico, y una vez que ignoro a los demás y vio directamente a sus ojos verdes y toda esa carita de felicidad supo que no se arrepentía de nada, amaba esto y lo haría otra vez por él.

Su padre la dejo con su prometido, ambos mirándose, felices, él vestía un traje de piel bastante formal con una capa sobre sus hombros, y el escudo que representaba a su isla la sostenía firmemente, se había esforzado para lucir bien, pensó, y lo había logrado.

—Esto es tan hermoso- Valka fue la primera e hablar mientras se llevaba al cabo la ceremonia, ella realmente no tenía problemas con los escoses al no vivir la mayoría de su vida en Berk, así que para ella fue fácil llevarse bien con los reyes, cosa que aún Estoico no lograba —. Me alegra estar aquí para este momento tan importante en la vida de Hiccup.

—Ni lo menciones- esta vez fue Elinor —no era lo que tenía en mente pero... funciona.

—Si, hasta siento que los quiero- trato de romper el hielo Estoico y al parecer lo hizo, haciendo reír al rey.

—¡Así se habla!- Fergus le abrazo por los hombros —. A veces me pregunto porque las cosas salieron así.

—Bueno, la vida es impredecible- suspiro Valka —esta llena de cosas que jamás crees que te pasaran, cosas nuevas, cosas que te dan miedo experimentar pero solo hay que ser valiente para verlo.

Elinor le regalo un sonrisa y Estoico quedo levemente sorprendido, si su esposa trataba de hacer que funcionara el daría su mejor esfuerzo.

—Y... yo... sé que Berk no puede ser la isla más grande y que otros tienen más cosas de lo que nosotros tenemos pero-

—Pero tienen sus dragones.

La reina regalo otra sonrisa esta vez al jefe de Berk y quedo hecho, la paz podría ser si se iniciaba de cero y eso harían, empezando por este convivio y celebrar esto que era importante para sus hijos.

Mericcup Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora