Día 5

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Hiccup estaba realmente preocupado por Merida, más que cualquier cosa, ahora su felicidad dependía de como estuviera esa princesa.

Ella había dejado de ser el sol que antes solía resplandecer y no era para menos, no sabiendo que Elinor, reina de DunBroch y madre de su mejor amiga, había fallecido, él siempre supo que lo peor que podía pasar aparte de que esa mujer entrara todos los días a levantar a Merida es que ya no lo hiciera más, y Merida también lo sabía. Trataba de ir todos los días a animarla, incluso aunque ella no quisiera o que descuidara a Berk, Merida era su prioridad numero uno, aunque el día de hoy tuvo que romper esa costumbre porque Astrid dijo que Merida necesitaba su espacio y que no estaba bien que descuidara su vida, realmente el se quedó hasta "Merida necesita espacio", si es por Merida si puede hacerlo y hará posible porque así sea.

—Hiccup, hijo.

Sí, Estoico sabía lo que pasaba.

—Perdón papá, yo-

—¿Es Merida?

Asintió.

—Ella realmente acaba de perder lo peor que podemos perder- suspiro -¿por qué no vas con ella? No es como si no hayas hecho antes- le empujo amistosamente.

—Astrid dice que necesita espacio.

—Bueno ¿Y quien es la deprimida, Astrid o Merida?- alzo una ceja.

—Pero quizá ella tenga razón.

—Si, quizás- le abrazo los hombros —pero aquí te va otro punto de vista. Ella realmente necesita apoyo emocional ahora mismo y, no tienes porque estar encima de ella, solo estar ahí ¿entiendes?

—Bueno si, yo, creo que lo he hecho bien.

Hiccup empieza a recordar esas veces que Merida solo permite que se acerque su padre y él, las veces que Merida pregunta por el, las veces que le acepta una fruta porque lo ve realmente preocupado porque no a comido nada en todo el día, las veces que ella se recarga en su hombro y le agradece por estar ahí, por Thor, ahora no sabe como es que Astrid le convenció de no ir ¡tiene que ver a Merida!

Y parece que su padre a leído su mente.

—Anda Romeo- dio un golpe en su espalda —yo te cubro.

E Hiccup se da cuenta que su padre se dio cuenta se sus sentimientos y ahora esta avergonzado y monta a Chimuelo lo más rápido que puede.

Hiccup llega más rápido a DunBroch de lo imaginado y se dirige a la habitación de su amada como le indica el personal, al llegar al pasillo de su recamara ve a un rey bastante deprimido llevando una bandeja de comida que al parecer nadie comió y ve como hay otra a los pies de la puerta.

—Ella no desea abrir la puerta- trata de sonreír —si la abre dile que coma, por favor.

Le ve alejarse cabizbajo y él se acerca a la puerta sin dañar la comida, recarga su oreja en la puerta y Dios, Merida esta llorando. Hiccup también quiere llorar.

Toca la puerta.

—Merida- habla suave.

—Vete- ella responde pero Hiccup no se va, se sienta en el piso para después recargar su espalda en la puerta.

—Aquí estoy, siempre, no me voy a ir, esta bien si no decides abrir la puerta, te amo.

Y el llanto ya no se escucha pero si unos pasos que van hacia la puerta, ella no la abre pero siente como se recarga.

—Lo ultimo, tú-

—¿Lo digo en serio? Sí pero eso no importa ahora, quiero que estés bien, que sepas que te amo para que veas que realmente deseo que estés bien- Hiccup recarga la palma de su mano en la puerta, sintiendo extrañamente que Merida hace lo mismo —.Quiero que estés bien.

Merida del otro lado, recargando la mano en la puerta, con sus ojos rojos, su ropa y cabello más desordenado que de costumbre, sonríe, por primera vez en muchos días, ella se calma, aunque sea un poquito. No lo dice pero esta realmente agradecida.

Mericcup Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora