Capítulo 21 :Una meta y algo de vicios (Julian)

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Abrí mis ojos y ahí estaba ella, mi rebeca seguía abrazada a mí, profundamente dormida. Un fino mechón de su cabello se enredo en mis dedos, un tenue olor a coco llego a mi nariz, me acerque para olerlo mejor, se empezó a mover y al estar tan cerca de su cara vi como abrió sus ojos y me sentí mas enamorado.

— me estabas viendo dormir. — sus ojos se abrían y se cerraban, posiblemente seguía con sueño.

— no puedo evitarlo. — bese la palma de su mano.

La noche se colaba por la ventana.

—¿Qué hora es? — pregunto abrazándome más fuerte.

— como las nueve, casi diez. — no quise mirar la hora correcta en el reloj, eso significaba estar consciente de que ya debíamos irnos.

— vámonos. — dijo mientras se levantaba, me cubrí con la sabanas. — levántate. — me jalo la sabana dejándome completamente descubierto, a pesar del tiempo que tenemos juntos, se sonrojo.

— otra ronda. — dije divertido ella me volteo los ojos y entro al baño.

***

— puedes decir que te vas a quedar con natti. — puse cara de cachorrito.

Natti es su mejor amiga.

— sería la tercera vez en la semana que me quedo con natti. — dijo mientras agarraba su bolso de la parte trasera. — mamà va a decir que natti es mi amante de tanto quedarme con ella. — me beso. — nos vemos mañana. Así salió del carro, lo encendí y di marcha a la casa, estaba lejos pues rebeca vive más en el centro de la ciudad.

***

Cuando entre todos ya estaban dormidos y como siempre mi cena estaba en el horno de la cocina — la cocinera me lo deja ahí siempre — al menos alguien se preocupa porque no me muera de hambre. Subí las escaleras, cuando pase en frente de la sala de música vi ha Angie sentada en el piano pasando sus dedos por las telas — solo toca — anhelé, si tan solo volviera a tocar una sola tecla. Sigue bailando pero el piano lo olvido totalmente.

Estos días he visto un poco de diferencia en ella, la otra noche en la mesa suspiro cuando mamà menciono al apuesto hijo de los Hoffman. No saben las fuerzas tan grande que necesitó para no ser un hermano celopata con adrian.

Este chico es la única arma que me queda, llego sin pedirlo pero he puesto todas mis esperanzas en él, tiene algo que hace que ella se moleste cuando la confronta — y es que desde que paso todo nadie la enfrenta — y llega el... no es un sentimiento romántico por ahora, pero es algo y yo solo necesito que Angie vuelva a sentir... solo necesito que regrese.

Decidí alejarme y dejarla sola luego iría a su habitación a molestarla — empecé a caminar lejos de la puerta — solo tres pasos di cuando lo escuche — mi cerebro se puso en blanco — no sentía el piso, era como si estuviese volando me sentía liviano y feliz. Después de casi dos años mi hermana, mi pequeña volvió a tocar. Con solo escucharla era como si pudiera ver sus dedos deslizándose por las teclas pasando ágilmente por cada una. Una melodía triste ¿cuál será? — camine de vuelta y me senté al lado de la puerta para seguir escuchando — me deje llevar con su música como solo ella sabe hacerlo. Me quede ahí sentado hasta que sus dedos ya no tocaran las teclas y la melodía desapareció.

***

Me duche y acosté a pensar un rato — volvió a tocar —puede parecer insignificante pero para mí es lo mejor, volver a escucharla tocar es simplemente perfecto no podría describir cómo se siente en realidad.

— ¿Debería hacer algo para que pase el día con adrian? — pensé.

No sería mala idea si está funcionando. Debo hacer que pasen más tiempo juntos entonces. Después de un buen rato pensando mi cerebro tuvo una brillante idea, solo debería implementar mis dotes de actuación.

¿Cuanto es siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora