En la mañana Jimin se removió nervioso, debía de alguna forma conseguir información sobre el pequeño hijo de su amigo y sabía claramente que tendría que acercarse a Suga para intentarlo, eso solo le revolvía el estómago, pero por Nam y Jin lo haría.
Se vistió de manera elegante y bajó al comedor. El emperador lo miró inquisitivo, pero el príncipe lo ignoró.-¿Tienes algo que hacer esta mañana?- indagó Suga.
-No- respondió seco.
-Me gustaría mostrarte un lugar- exclamó y Jimin creyó ver emoción en el otro.
-¿Fuera del palacio?- cuestionó
-No, en el jardín, ya que ayer estuviste recorriendolo me gustaría enseñarte un lugar que me gusta mucho- informó.
Jimin alzó sus hombros haciendo ver que poco le importaba la invitación pero aún así no se rehusó.
-Termina de desayunar, te espero en las puertas traseras- comentó y se levantó dejándolo solo.
Ambos comenzaron a caminar en silencio, Jimin miraba los alrededores haciéndole creer al otro que no conocía demasiado aquel lugar.
Suga lo miraba de reojo, viendo como el príncipe se maravillaba con las flores, las esculturas, la fuente. Caminaron más allá del muro y de la entrada a la cárcel de Jin, y esta vez debía reconocer que no había llegado a esa parte del jardín.Llegaron a una pequeña cascada, peces de colores nadaban en el estanque, el agua era transparente dejando ver toda la vida que allí se desarrollaba.
-Esto es hermoso!- exclamó Jimin con una amplia sonrisa.
El emperador tomó aire, era la primera vez que veía una sonrisa sincera en el otro y eso le provocó una agradable sensación.
-Solía venir aquí cuando era pequeño, me encanta la paz que este lugar transmite, algunos de los peces que nadan aquí los conseguí yo mismo junto con ...- y sus palabras se quedaron en suspenso.Jimin arqueo una ceja y lo miró esperando que continuara.
-Con nadie- continuó.
Hizo que Jimin lo siguiera hasta uno de los lados del estanque, allí había una roca que se elevaba por encima del terreno y al subirse vieron toda la extensión de los dominios del palacio.
Era una vista maravillosa, y Jimin estaba realmente impresionado.
-Debe haber sido lindo crecer aqui- comentó, sin dejar de ver los alrededores.-Algunas veces- respondió escueto y volviendo su vista al príncipe.
-No puedo imaginar un día feo o triste con esta vista- dijo Jimin
Suga lo miró y respiró profundo
-No todo lo que brilla es oro- bufó-Lo dice el hombre que mide todo con su fortuna- espetó con aspereza.
-Yo te traje aquí porque quería pedirte disculpas, sé que anoche me comporté como un idiota y estabas en todo tu derecho de enojarte y golpearme. Es solo que a veces no sé cómo hacerte entender lo que me pasa- habló mientras miraba el horizonte.
Jimin volteó su mirada, ¿acaso el gran Suga se estaba diculpando y trataba de declararse, pensó confundido.
-Lamento haberte golpeado, no suelo reaccionar así, o al menos no siempre, es lo único que diré- respondió cortanteEl emperador sonrió, era la prima vez que hablaban sin atacarse.
-Prometo intentar ser menos cavernícola- comentó con una pequeña sonrisa y un leve sonrojo en sus mejillas-Jimin le sonrió ante sus palabras.
-Gracias por compartir este lugar especial conmigo-Jimin siguió mirando el lugar y entonces lo vio, una luz brillante se reflejaba sobre una pequeña construcción de piedra, algo así como una cueva. Aquel lugar llamó su atención y entonces iba a preguntar cuando se dio cuenta que el emperador tenía su mirada fija clavada en él.
Prefirió no decir nada y pedirle que volvieran, realmente se sentía incómodo ante aquella mirada intensa.
Hablaría con sus amigos y explorarian aquella zona.
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Un paseo por el jardín
أدب الهواةJimin es un príncipe obligado a casarse con el emperador. Suga es el emperador de todo Corea, es un ser vil, maligno y sin corazón, quien exige al príncipe Park como su compañero de vida. Jimin odia su destino, pero quizás un paseo por el jardín Rea...