Cap 5

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Marko Blande:

<<Mi novio>>, esas dos palabras que me había dicho antes de marcharse de mi casa, atormentaban mi cabeza como dos balas que daban en el blanco preciso.

Una parte de mí intentaba convencerme de que aquello no era verdad, era como si mi sexto sentido me dijera que no me diera por vencido. Entonces como siempre ella dejaba más preguntas que respuestas, me había dejado una demasiado cuestionable ¿la dejaría ir o lo intentaba?

Mi abuela, la persona que más recuerdos dulces me había dejado antes de marcharse, me decía que si un día el amor llega a mi puerta, si era el amor verdadero, pondría demasiadas pruebas que debería superar.

En el pronóstico del clima, hablaban de tormentas que desordenaban todo a su paso, pero nunca hablaban de aquellas que te desordenaban los sentimientos. Lía, era una de estas últimas.

8:00 p.m <<Nuevo mensaje>>
Danly: Mark!!! Mi cita con Víctor estuvo maravillosa, mañana te cuento.

Y algo hizo click en mi mente, cuando había entrado a mi habitación Lía me dijo que tenía un nuevo mensaje, la expresión de confusión en su rostro era obvia y el mensaje que me había mandado Danly daba mucho que pensar, tal vez... ¿creía que estaba saliendo con Danly?

Quería aclararlo todo, pero no estaba seguro ¿y si complicaba más las cosas? Definitivamente no era la mejor opción.

***
—Vamos Manu, tengo que llegar temprano a la escuela— le dije a mi hermano intentando apresurarlo.

Con las horas extras que estaba trabajando mi madre tenía que llevar a Manu todos los días a su escuela.

—¡Te dije que ya voy!— gritó mi hermano con un chillido que me hizo reír.

Conclusiones... llegué tarde a la escuela, no me dejaron entrar a la primera clase y era justamente la de historia donde me sentaba junto a Lía. El día empezaba bastante mal.

Todo transcurría lento y yo tenía una guerra interna en decidir si perseguía a Lía como cada tarde lo hacía o evitarme esa incómoda situación.

Al mediodía, fui a almorzar junto a los gemelos y Danly estaba más emocionada que nunca, contando sobre su cita especial con Víctor, que según ella, la había tratado de maravilla.

—¡Me besó!—dijo radiando de alegría—, ¿lo puedes creer señores? Víctor Torres, el inalcanzable Víctor Torres— dijo con una voz de embeleso dando un suspiro dramático.

Tengo que admitir que eso me sorprendió bastante, Danly siempre había sido una de esas chicas que no se enamoraban, más bien se sentía atraída por ciertos chicos y cuando ellos les hacían caso ya dejaban de importarle. Tenía un extraño presentimiento de que con Víctor sería diferente.

—Pensé que ya se te iba a pasar— admitió Frankly como si me estuviese leyendo mis pensamientos.

Frank era un muchacho bastante codiciado, tenía bastantes chicas suspirando por él, además de ser atractivo tenía algo que yo no tenía, facilidad para expresarme y relacionarme. Sus relaciones eran bastante cortas, casi siempre, se aburría muy rápido, en cambio a mí no me atraía nunca nadie, hasta que la conocí.

Tengo tanta mala suerte para esto que para una vez que me interesa una chica tiene novio.

—Con él será diferente— aseguró Dan entre suspiros con una voz melódica.

***
Había llegado la tarde pero no vi a Lía salir de la escuela, la buscaba entre toda la gente, pero no la veía, no sabía en donde estaba, ni a donde se dirigía.

Esperé unos minutos fuera de la escuela y al no verla en ningún lado fui hasta el "Callejón de las dos melodías", tal vez con un poco de suerte me la encontraba diciéndome que salió temprano de la escuela para dejar a su novio, ni que esas cosas me fueran a suceder...

Llegué al callejón y nada, no había nada, ninguna señal de ella. Por segunda vez me decidí a entrar a ver si encontraba alguna otra pista que me revelara más sobre ella.

Busqué en todos los troncos de los árboles y lo único que había eran aquellas letras "A y T" en el árbol más grande. No había más pistas que me revelaran nada. "T" debería ser la inicial de su novio, entonces ¿qué significaría "A"?

Busqué y busqué y cuando pensaba rendirme para volver a casa, me entró la curiosidad de revisar que había detrás de los arbustos que cubrían una parte del muro que había en el callejón, justo en donde me había escondido los primeros días.

Me encontré dos cosas significativas, la primera fue un compartimento secreto en el muro, era una espacie de caja fuerte pero hecha de piedra. Intenté removerlo pero había un candado. Lo segundo que había estaba justo debajo, eran unas letras talladas en la piedra del muro:
"Callejón de las dos melodías"

Y debajo de eso estaban talladas dos partituras de dos melodías distintas. La primera tenía de título una "L" y la segunda una "A".

La que tenía la "L" la pude reconocer fácilmente, era aquella que Lía tocaba siempre que entraba al callejón, esa que tan familiar me resultaba. Supuse que la "L" sería por Lía pero aquella "A" era lo que no encajaba en ningún lado. Esa era probablemente la pieza más importante para darle sentido a este rompecabezas.

Agarré mi celular y le tomé una foto a la segunda partitura la que tenía de título "A" y salí del callejón rumbo a mi casa.

Me sentía como Sherlock Holmes intentando averiguar todos los misterios que esa chica ocultaba. ¿Quién creería que una chica que a simple vista tenía un aspecto tan angelical podría ocultar tantas cosas interesantes y a su vez un poco extrañas? Mis intuiciones casi nunca fallaban y algo me decía que lo que ocultaba era algo mucho mayor que toda la información que ya tenía.

Al llegar a casa saqué mi celular para ver la segunda partitura y comencé a tocarla en el piano. Esa sensación de familiaridad volvió a recorrer mi cuerpo y aquella melodía me provocó lo mismo que me había provocado la primera. Era una sensación de calma.

Siempre había tenido una adicción por la música, iba caminando a todos lados con mis audífonos a todo volumen, pero aquella melodía era mucho más especial, me hacía experimentar una sensación única.

Después de bañarme y hacer todos los deberes de la escuela mi madre me pidió que recogiera las ropas de mi padre que quedaban en el armario mientras ella cocinaba. Mi padre por la noche vendría a buscarlas. Fui hacia su habitación y recogí todo lo que quedaba. En uno de los bolsillos de su desgastado pantalón favorito tenía una foto mía y de mi hermano, eso me hizo sentir un poco de melancolía, mi corazón se aceleró y recordé todos los bonitos momentos que habíamos pasado juntos. Él nos amaba, pero tenía un carácter demasiado difícil y tampoco dejaba de cometer errores.

Busqué en sus gavetas para ver si quedaban algunas de sus pertenencias y mi corazón se detuvo al encontrar una carta que nunca envió. La destinataria de aquella carta era Micaela Torres, la madre de Víctor, el chico que estaba saliendo con Danly.

Cuando levanté la carta para leerla el corazón se me detuvo aún más, porque debajo había una foto algo deteriorada de un niño de unos 8 años, un niño que yo conocía muy bien. Era una foto de Víctor Torres cuando pequeño.

Notas de la autora:
Si les gustó el capítulo no olviden votar.
Muchas gracias a todos aquellos que dejan sus comentarios sobre lo que piensan de la historia, eso me ayuda demasiado para inspirarme.

Mientras te persigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora