Mientras te persigo

Cap 12

Marko Blande:

Había pasado una semana de haber escuchado su verdad. Recuerdo claramente las risas incontrolables de Lia cuando leía los apodos y los datos de las personas que escondía en mi agenda.

Ahora íbamos en camino al callejón, a veces andábamos juntos. Se escuchaban rumores de que ella y yo teníamos algo, pero lo cierto es que entre nosotros aún no había nada, claro que ganas de que ocurriese algo tenía yo de sobras.

—Pensé que la única acosada era yo, ahora me siento irrelevante— me dijo con una nota de diversión en su voz.

—¿Te digo un secreto?— ella asintió—. Eres mi favorita— le dije con tono juguetón y le di un guiño de ojo.

—Me gusta que me acoses.

Dios cuanto me encantaba que me provocara de esa manera.

— Lo sé— agregué una mueca de autosuficiencia exagerada.

Llegamos al callejón y ya había aprendido a tocar la melodía en la flauta y ella en el piano. La música era algo muy común en ambos.

—Toca la canción en la flauta— me dijo entregándomela.

Yo sonreí de lado y comencé a tocar la flauta, la melodía era extremadamente bonita pero se sentía mucho mejor cuando la tocaba otra persona.

Mientras tocaba la melodía cerré mis ojos pensando. Quería decirle que la quería, pero tenía miedo a su respuesta.

Aunque pensándolo bien, prefería sufrir por arriesgado que salir ileso por cobarde.

***
—¡Marko!— escuché la voz de Danly afuera de mi habitación.— Ábreme la puerta pero no te vayas a reír.

—¿Reírme? ¿De ti?

—Tuve un accidente— me dijo entrando a mi cuarto.

Dios no pude evitar reírme tenía el cabello horrible, parecía un árbol con hojas secas. Que horrible. Las lágrimas de la risa se me salían solan.

—¿Pero que te pasó?—dije casi sin saber que decía, la risa era descontrolada.

—Es que te conozco. Siempre te estás burlando. Ni siquiera sé por qué vine aquí— su tono era estresado como casi siempre que hacía cosas para molestarla.

—Bien, ahora me vas a explicar que te pasó— dije aún riendo.

—Eso es lo que no sé. Creo que es culpa de Lía.

—¿De Lía? ¿Tú hablaste con ella? —mi curiosidad era obvia.

—Sí, aunque ni caso me hizo. Me dijo que le caía bien pero tenía que irse.

—Pero Danly, ¿por qué dices que es su culpa? No te entiendo.

—Ella tiene unos ojos malignos, café y verdes en el centro, es como si tuviese dos círculos de diferentes colores en el mismo ojo. Ella está embrujada— me dijo en un tono bajo, las teorías de Danly siempre daban risa.

Pero Danly tenía razón, aquellos ojos de Lía, también me habían hechizado a mí, me hicieron descubrir que yo podía sentir. Sus ojos eran una tentación en la que siempre caerías. Definitivamente, estaban embrujados.

—Venga Danly, no seas tonta— le dije removiéndole el horrible pelo—. Ahora tus rizos se parecen a los de Bellatrix Lestrange de Harry Potter.

Ella rió en pero aún con molestia.

—Hijos del mal— gritó una voz que reconocí enseguida, se trataba de Frankly.

Él entró a la habitación sin pedir permiso, algo demasiado típico, lo hacía siempre