Regalos

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POV Izuku :)

Buuuuuu~ jejeje. Hola soy yo de nuevo ¿los asuste?. Hoy es mi cumple años, estoy bastante emocionado, por la mañana salí con mamá a dar una caminata por el bosque, no me dejan ir solo por miedo a que me acerque a la ciudad, siempre eh sentido curiosidad por esas construcciones gigantes que se ven a la distancia. Todos los años mamá suele traerme libros desde la ciudad y me los lee antes de dormir, en muchos de ellos hablan sobre academias ¿como serán en la realidad? ¿un tipo grande y barbudo vendrá a darme una carta? ¿se lo imaginan? "You're a wizard Izuku"..... Ay si, como si esas cosas pasarán. Ahora mismo estoy en mi cuarto esperando a que mamá y papá vuelvan, dijieron que hiban a por mis regalos, estoy acompañado del señor conejo y la señora serpiente. Son unos animales que encontré por el bosque, ellos son mis invitados especiales, porque... bueno... no tengo amigos, el bosque suele ser muy solitario.

POV END :)

-Y bien Sra. serpiente y Sr. conejo ¿ustedes que creen que me traerán mis padres este año?- pregunto Izuku mirando a los dos animales que obviamente sabía que no le podían responder.

El Sr. Conejo estaba temblando en un rincón de la rocosa habitación, mientras la Sra. Serpiente le daba una mirada de lujuria desde el otro lado del cuarto.

-lo se, es una pregunta difícil- se respondió así mismo el pequeño gigante.

-IZUKU YA LLEGAMOS- era la voz de Machia que retumbo por toda la cueva, asustando más al pobre conejo.

-!son ellos!. YA VOY PAPÁ- grito con entusiasmó para luego volver a dirigir su mirada a los dos animales- Bien, esperen aquí, cuando yo les diga salen para que mis papas los conozcan ¿ok?

Después de eso Izuku salió a correr en cuatro patas hacia la entrada para recibir a sus padres. Cuando Izuku se aproximó a máxima velocidad hacia la entrada de la cueva, como si de un oso se tratará, se abalanzó hacia el gigante cuerpo de cuatro metros de su padre. Quien ni siquiera se inmutó ante el impacto de su hijo.

-Inko, creo que se me pego una pulga al pecho- bromeó Machia refiriéndose a su hijo, el cual uso sus rocosos dedos para sujetarse al cuerpo de su padre, debido a la diferencia de tamaños era imposible rodear al gigante con los brazos.

- Aplástala y tirala afuera en el bosque- respondió Inko fingiendo despreocupación.

-¡Oye!- se quejó Izuku con un tierno puchero aún sujetado al pectoral de su padre- rompiste el corazón de la pulga.

Ambos adultos soltaron una leve carcajada mientras Izuku mantenía su puchero. Cuando acabaron de reír, con una sola de sus manos Machia despegó a su hijo de su pecho y lo colocó en gran hombro.

-¿Que hiciste mientras no estábamos pequeña roca?- le pregunto Machia a su hijo refiriéndose a el con el apodo que le puso cuando lo vio por primera vez.

-¡Casi lo olvido¡ Traje a dos invitados especiales para hoy- mencionó con entusiasmó el cumpleañero.

-¿Y donde están?- Inko tenía curiosidad de saber quienes eran los invitados, el año pasado su hijo había echo muñecos con rocas y palos como invitados. No hiba a mentir, le dolía tener que ocultar así a su hijo y que no pudiera tener una vida normal, pero sabía que si lo llevaba a la ciudad o aún colegio, pasaría por lo mismo que pasó Machia. Una madre sólo quiere lo mejor para su hijo, sin importar el costo.

-A mi habitación, rápido- comentó el pequeño gigante sentado en el hombro izquierdo de su padre.

Gigantomachia llego al cuarto de su hijo en menos de la mitad de pasos que Izuku tuvo que dar para llegar a la entrada hace unos minutos. Izuku saltó desde el hombro de su padre para colocarse delante de la puerta de su cuarto.

Izuku MachiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora