visita

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Ya habían pasado dos semanas desde que seguían en las tierras del oeste.todo parecía ir con normalidad, kagome cada día salía a pasear y comía sus comidas a la hora Dada.

Pero en las mañanas se levantaba un poco cansada ya que todas las noches cumplía las necesidades que exigía su novio.
Talvez para su buena o mala suerte, Sesshomaru consiguió una medicina que se tomaba en te y le recuperaba la energía.
Esto sería comparable a una bebida energética? . Aunque hubo ocaciones en las que no necesito tomar el té, pues el visitante nocturno estaba ocupado con algunos asuntos respecto a sus tierras.

Esos días pudo disfrutar de la tranquilidad de dormir en paz.

Mientras se paseaba por la recidencia con algunas sirvientas detrás suyo, se paró a observar un hermoso pájaro de  alas azules que revoloteaba alrededor de un árbol de durazno.

Al momento siguiente se acercó una de las sirvientas y le pregunto

-Lady si le gusta esa ave nosotros podríamos atraparlo y ponerlo en una jaula para su deleite.

Kagome ya había pensado esto muchas veces. Del hecho que la trataban como una princesa.
si algo no le gustaba o molestaba; todos se alarmarían y buscarían la forma de solucionarlo. Era esto ser como una niña mimada?

Le dió pena atrapar a una linda ave que paseaba libremente. después de todo a quien le gustaría vivir entre rejas.

- no es necesario

dijo con una cálida sonrisa para que no se preocuparan

Siguió paseando hasta que sus piernas se cansarán, le sorprendió lo grande que era el palacio que a pesar de que salía todos los días no había logrado recorrerlo en su totalidad.

Derrepente detrás suyo se oyeron unos pasos apresurados y cuando giro su cabeza vio a un delgado joven con lentes que parecía humano a simple vista si no fuera por sus orejas puntiagudas.

Se acomodo los lentes y respiro profundamente para calmar su cansancio.

- Lady.. por favor acompañeme a la casa principal. La madre de  Lord Sesshomaru solicita su presencia.

Sus ojos se abrieron al escuchar la noticia, no sabía que debía hacer o como actuar. Su espalda se puso rígida y las manos le empezaron a sudar.
Alguien tan importante había venido a verla, el miedo se apoderó de su alma al pensar que talvez ella la rechazaría por ser una humana que no estaba a la altura de su hijo.

No dijo nada y estaba tan quieta como una estatua por lo que el joven malinterpreto la situación.

- Lady...? Está bien? si usted está enferma... yo podría decirle a la señora para que la visite otro día.

Sujetó la falda de su kimono con fuerza. Cómo sería siquiera posible que ella rechazara la invitación a una persona tan importante!?, eso la haría quedar mal como si fuera alguien irrespetuosa y poco considerada. Aunque estuviera enferma definitivamente iría.

Dió varios respiros para calmarse y totalmente decida pensó que si por algún motivo la madre no la aceptaba, ella no dejaria a la persona que ama.

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