Te deseo

pasado

Se casó sin amor? Talvez eso fue cierto, pero con esto estaría asegurando su línea de sangre.

Así pasaron los años junto a él, inesperadamente esa persona fue atento y cariñoso, aveces le traería regalos que obtenía por alguna de sus batallas. Muchos de ellos eran hermosos pero otros no eran agradables a la vista, sin quejarse de ninguno de ellos, solo los aceptó con un gracias.

Esa persona la trato bien y estaba pendiente de ella, quien se quejaría de alguien que cumple su deber de esposo excelentemente?

Ella aprendió a amarlo, aunque no lo demostrará le tenía mucho aprecio, a pesar de tener una personalidad fría hizo lo que pudo para devolverle el mismo afecto.

Intento cambiar por él?, La respuesta sería si, lo intento con todo su corazón , pero siempre fallaba.

Un día él le dijo que dejara de hacer eso, que la quería tal y como era, aunque su rostro no lo demostrará, ella estaba muy felíz realmente felíz.

Poco tiempo después quedaría embarazada, no sabía si iba a ser una buena madre, pero estaba dichosa por este ser producto de su amor.

Cuando al fin nació, lo crío lo mejor que pudo, pero al parecer había adoptado su personalidad fría. Cuando veía a su hijo entrenar con su padre se dió cuenta que él pequeño niño captaba todo fácilmente, a este paso ya no tendría que preocuparse por protegerlo.

Más años pasaron y todo continuo de la mejor manera, todo seguia estando igual, sin ningún inconveniente. Hasta que un día llegaron a sus oídos un rumor que haría derrumbar su ya perfecta vida.

Mientras daba un paseo por el jardín, no pudo evitar escuchar el susurro de unas sirvientas que limpian el patio.

- oye escuchaste, al parecer el general está viendo a una humana últimamente, dicen que va a visitarla casi siempre.

-que! Quien te contó?

- pues mi hermano es un gerrero que pelea en las líneas delanteras junto al comandante, él es quien me lo dijo, al principio no le creí, pero la otra vez me encontré con otra sirvienta y me contó lo mismo.

-no lo sabía, entonces podrían estar engañando a la señora con otra mujer?

-eso no lo sé..es muy extraño, el señor no es alguien que esté tan pendiente de un humano, todos sabemos que el amo es benevolente, pero aún asi esto es muy raro.

- si la señora se entera...

- espero que no

La información que acababa de obtener la dejo en blanco, no sabía si creer, últimamente sus encuentros habían estado disminuyendo también, ella pensó que tal vez era porque estaba muy ocupado.

Un sentimiento extraño se apoderó de su cuerpo, que habían dicho esas sirvientas? Un engaño? Ja, como si eso fuera posible, que humano estaría a su altura.

Esto solo eran simples palabras de esas chicas, porque debería desconfiar de su esposo por unos tontos rumores.

Se alejó de ese lugar y se dirigió a su cuarto, lamentablemente no podía dejar de pensar en ello, intento tomar un té pero no pudo relajarse, intento dormir pero tampoco lo consiguió, esas palabras seguían dando vueltas en sus cabeza.

Si no habría otra manera de calmarse, entonces debería averiguar qué tan cierto eran esos rumores y desmentirlo?

Sin perder el tiempo hizo llamar a alguien que se encargaría muy rápido de esta situación.
La persona que vino ante ella era un chico de orejas puntiagudas, cabello negro recogido en una cola, ojos rojos como la sangre y vestido todo de negro, solo la armadura que cubría partes de su cuerpo era de color plomo.

El rostro no se podía distinguir bien pues estába tapado con una tela negra hasta la nariz, pero cualquier persona pensaría que este chico era realmente atractivo.

Sin cuestionar más su apariencia le dijo que era lo que tenía que hacer y como una sombra desapareció en un instante.

Uno mes pasó y mientras escribia unas cartas, esa persona apareció frente a ella.

- Irasue sama e llegado

- bien, que tienes para mí

- seguí al comandante como me ordenaste, durante el tiempo que lo vigilaba, el comandante una vez a la semana fue a encontrarse con una mujer, su nombre es izayoi y al parecer es de una familia acomodada.

- hay algo que deba saber en la relación de esos dos?

- el señor al parecer...le gusta

-porque debería creerte?

-los ojos del señor y sus acciones... cualquier persona se lo podría confirmar.

Una vez más no podía creerlo, ella sabía que en esta época era normal que un hombre de su posicion tenga varias esposas, pero su raza no seguía esas costumbres, nunca imagino que él le haría eso, donde quedó el amor que le profesaba? Donde quedó su confianza? Siquiera fue cierto que la amaba? o todo este tiempo vivió una mentira.

Mando a qué se retirará el joven y se quedó sola divagando en su triste realidad.