decisión

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Una vez puesto el kimono correctamente, kagome se despidió de la diligente sirvienta. La pequeña yōkai también se despidió con una gran sonrisa mientras se quedaba a solas en el gran cuarto.

Caminando hacia el lugar donde se encontraría con esa persona, no pudo evitar pensar que una vez ella realice el ritual, su vida cambiaria por completo, ya no seria una humana y aunque ella seguiría siendo la misma de siempre, que pensarían los demás de su decisión?, Sobre todo su familia del otro tiempo.

Talvez sería mejor consultar a esas personas preciadas, pero ya no había tiempo de eso, si ella iba a su casa y regresaba otra vez, perdería muchos días en el transcurso de su ida y vuelta, entonces para su regreso, talvez, él ya estaría esperándola,  impidiéndole realizar su cometido.

Estaba contra el tiempo en este momento, además de que seguramente no seria nada fácil la transformación en yōkai.

Divagando en sus pensamientos llegó a su destino sin darse cuenta, avanzo hasta llegar al cuarto principal donde se quedaba la madre de Sesshomaru y de un gran respiro intento calmar sus nervios.

Con sus puños apretándose con fuerza y el sudor recorriendo su espalda,  aclaró su garganta y hablo pausadamente.

- Irasue Sama e venido a verla, si está ahí, porfavor le pido que me escuche

Un silencio seco se expandio a su alrededor, solo el palpitar de su corazón se podía escuchar.
ella pensó que talvez no había nadie del otro lado, pero si fuera así, ella esperaría hasta poder verla, aún si eso significaría quedarse ahí hasta que oscureciera.

No pasó mucho tiempo de su espera, pues poco después escuchó una voz que reconocería aún si estaría demasiado lejos.

- Puedes pasar sacerdotisa

Kagome se sintió aliviada al no tener que quedarse ahí hasta el anochecer.
Ubico su mano en la puerta y la deslizo para poder entrar, encontrándose inmediatamente con la poderosa mujer.

- Al parecer ya tomaste una decisión

-si...

- Muy bien, empezaremos inmediatamente, talvez sientas un poco de dolor durante el proceso.

La idea de sentir dolor la estremeció un poco, pero tenía que ser fuerte y soportarlo. Si empezaba a quejarse no se vería ella como alguien que se rinde fácilmente ante un problema?

- yo lo haré ( hablé con mucha determinación para hacerle ver qué no era alguien débil que se asustaría fácilmente)

- Una chica decidida eh, será divertido verte llorar una vez que estés en ello

Tan pronto termino de decir esto, chasqueo los dedos y  dos demonios
en forma de cuervo negro entraron trayendo  bandejas que contenían unos pergaminos y algo que parecían ser joyas de muchos colores.

Irasue vio a la delgada muchacha que miraba con asombro las cosas recién traídas. Se pregunto qué habría visto su hijo en alguien tan ingenua.
no entendía este amor por los humanos y tampoco pretendía hacerlo.

Cuando empezó a detestarlos?, cuando era joven sentía repulsion por estos seres que se morían fácilmente y que nisiquiera se esforzaban en ser más fuertes.

Solo se quedaban ahí, como esperando la muerte, viviendo como si no pasará nada y una vez estando frente a los ojos de la muerte rogarían por su vida

sin darles mucha importancia continuo así sus días. Hasta que llegó el momento en el que conocio a inu no Taisho, ya había escuchado de él pero nunca lo había visto en persona.

Y la primera vez que se conocieron fue por su reunión de compromiso, la persona frente a ella  le pareció alguien desaliñado y poco educado, talvez fue el hábito de un comandante se dijo así misma.

Todos habían estado de acuerdo con este compromiso. Hasta ella misma no le veía el problema a esta unión, además saldría beneficiada de todo esto.

Ya tenía suficiente lidiando con su poder de meido seki, que algunos  demonios ignorantes pensaban obtener, como si eso fuera posible.

Entonces si estaba con esta persona que según las historias contadas era el más fuerte de los yōkai, seguramente el ataque contra ella disminuiria también.

Te deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora