Amor y Mafia (En edición)

12

-Ok -exclamo. Ustedes pensarán "oh día de chicas, ir de compras, ir al spa, lo típico, pero no ¡Están hablando con Avery y sus amigas! Nuestros días de chicas son días de locuras.
   Me doy un baño y me visto. Mi ropa consiste en vestido azul marino y unas sandalias. El cabello suelto. Bajo hacia el salón y veo a las chicas, como siempre.
-¿Qué haremos?
-Primero vamos a sacar a pasear a nuestra mascota -afirma Bryt.
-Oh qué bien, hacía rato no sacabamos a Cerecita.
-No es a Cerecita a quién vamos a sacar -exclama Nat.
-Pero si nosotras no tenemos más mascotas.
-Exacto -dice Nat y veo que Bryt entra en la cocina y sale con ¿un pepino? ¿¡UN PEPINO?! ¿¡CON PALITOS?! Dios que no sea lo que estoy pensando.
-Aquí está nuestra mascota, Av te toca darle un paseo por la playa -afirma Bryt dandome el pepino junto a una soga. Yo, como la persona tan madura que soy, cogí mi mascota y la lleve a darle un paseo.
    En la calle veo que Bryt y Nat me siguen disimuladamente pero muertas de la risa. Todos me miran raro. Asih ni que nunca hubieran visto a una persona paseando un pepino.

*Nunca, eso no es normal.

La normalidad está sobrevalorada.

*Ya, claro.

   Luego del paseo decidimos sentarnos en un banco.
-Siguiente -digo.
-Ahora toca la acción -exclama Nat.

...

-Gracias por pagar nuestra fianza -le digo a Jase.
-De nada ¿pero qué hacías en comisaría?
-Pues lo normal -digo. Se estarán preguntando lo mismo que Jase. Verán...

Flashback

-¿Qué hay qué hacer?
-Toma esto y ponte esto -me dice Nat dandome ropa negra y una pistola. No se asusten, es de juguete.
-¿Y esto?
-Ya verás, póntelo -dice Bryt. Voy hacia uno de los baños públicos y salgo vestida de negro, con una máscara negra y la pistolita. Byrt y Nat están iguales.
-¿Y ahora?
-¿Ves ese Starbucks de ahí? -pregunta Bryt.
-Sí.
-Pues lo vamos a asaltar -dice tranquilamente Nat ¿¡ASALTAR!? Me apunto.
    Salimos hacia el Starbucks y comenzamos el asalto, solo pedíamos unos dulces gratis. Lástima que llegaron unos polícias de la zona.
-Quietas ahí -dice un polícia.
-Lo mismo digo o disparo -le digo apuntandolo con la pistola (de juguete)
-Baja el arma -dice el otro.
-No provoques que mi gatillo está sensible -dice Nat aputándole por atrás. Al parecer se dieron cuenta de que nuestras pistolas eran de mentiras y como que no les hace gracia. Así que como castigo por fingir un asalto con pistolas de juguetes, desacato a la autoridad, comer chuches gratis, burlarnos de los polícias e intentar ligarnoslos, pues nos encerraron en una celda hasta que alguien pagara la fianza. Teníamos derecho a hacer una llamada, así que llamamos a Jase.

Fin del Flashback

-Estais locas -dice Jase, quien está riéndose a carcajadas.
-Eso no es novedad, chicas aún no se acaba el día -exclamo y salimos de comisaría. Jase se va y nosotros continuamos ideando nuestros planes.
   Decidimos que yo tendría que ponerme un bikini, mojarme e ir a hablar con una mujer que estaba tomando el sol en la arena.
-Hola.
-Hola -dice la mujer X
-¿Te cuento un secreto?
-Dale, dime -responde.
-Pues, en esta playa me ahogué yo el año pasado -afirmo traquilamente.
-¡Ahh! -grita la mujer y sale corriendo. Miro hacia las chicas y se encuentran riéndose a carcajas, al igual que yo.

*Nunca maduras.

Pues no.

*Tienes 18 años.

Pfff como si tengo veinte.

*Te vas a morir virgen

Sabes que ya no lo soy desde hace buen tiempo.

*Tonta.

Boba.

-Chicas, creo que ya fue suficiente por hoy -digo entre risas.
-Sí, se podría decir que sí -exclama Nat.
-Vale -afirma Bryt.
-Gracias.
-¿Por qué? -me preguntan ambas.
-Porque han hecho que hoy no haya pensado tanto en todo lo que me ocurre y que me haya levantado de la cama -digo con los ojos cristalizados. Las tres regresamos a casa y nos sentamos en el sofá.
-Av ¿qué vas a hacer con Alex? -me pregunta Nat.
-Nada, no quiero hablar con él
-Pero él te -dice Bryt pero la interrumpo.
-Pero nada. Yo también lo quería pero él solo se encargó de hacerme daño ¿qué persona en su sano juicio oe miente a la persona que quiere? Nadie, si hubiera estado en su situación, yo no le hubiera mentido. A Kieran lo entiendo porque no era fácil para él porque también sufrió pero ¿Alex? Si tanto me quisiera debió preocuparse por no mentirme, una relación sin confianza no llega a ningún lugar y yo desde ayer, no confío en Alex -gruño. Al ver la cara de las chicas, sé que algo no está bien -¿qué pasa? -pregunto.
-Sabemos que esto está siendo difícil para tí -dice Nat.
-Pero estás siendo egoísta, Alex también sufrió -afirma Bryt.
-No tanto como yo.
-Hola ¿chicas, están en casa? -escucho gritar a Kieran.
-Sí, pasa -dice Nat y Kieran entra.
-Hola -dice.
-Hola -saludamos nosotras.
-Necesito tu ayuda -exclamo mirando a Kieran.
-Soy todo oídos -afirma él.
-¿A tí te criaron los padres de Alex, cierto? -pregunto.
-Sí ¿por qué? -responde él.
-Eso significa que ellos conocían a nuestros padres.
-Sí, eran sus mejores amigos.
-Llévame a conocerlos.
-Creo que es muy pronto, no podrías asimilarlo todo.
-No te estoy pidiendo permiso, llévame.
-De acuerdo -dice y salimos. Me subo al auto de Kieran y él conduce hacia la casa de los padres de Alex.
-¿Estás segura? -me pregunta.
-Sí -afirmo ¡No! No tengo ni puñetera idea de qué estoy haciendo, pero si ellos conocían a mis padres, pues yo tengo que conocerlos a ellos. Tienen que saber algo sobre mi pasado. Llegamos a una mansión. Nos abren las rejas de la entrada y Kieran estaciona el auto en el garaje. Comenzamos a subir unas escaleras hasta que nos atiende una mujer de unos 50 años.
-Buenas noches, señorito Kieran y señorita...-hace una pausa porque no sabe mi nombre.
-Avery, un placer -digo.
-¿Bi y Leo se encuentran? -le pregunta Kieran a la señora.
-Sí, están en el salón.
-Gracias -exclama Kieran. Llegamos al salón y veo a una señora y un señor como de unos treinta años sentados en el sofá.
-Hola -dice Kieran y ellos se giran a mirarnos. Miran a Kieran con una sonrisa pero en cuanto me ven a mí, esa sonrisa desaparece.
-¿Paola? -grita la mujer mirándome y sus ojos se cristalizan. Yo me giro para ver si hay alguien más detrás de mí pero no.
-Debe estar en un error, mi nombre es Avery.
-Oh, lo siento, Avery -se disculpa ella.
-Ella es mi hermana -afirma Kieran señalándome.
-Entonces sí es Paola -afirma el señor.
-¿Quién es Paola?
-Cierto, hay muchas cosas que aún no sabes -dice el señor.
-Paola es tu nombre real -afirma la señora.
-Vale.
-Creíamos que estabas muerta -dice la mujer entre lágrimas y me abraza.
-¿Alguien puede explicarme que pasó?
-Eres idéntica a tu madre -afirma el señor.
-Disculpen pero ¿cómo se llaman?
-Yo soy Bianca y él es mi marido, Leonardo -afirma ella.
-Ok.
-Nos alegra mucho volver a verte.
-¿Pueden explicarme qué pasó?
-Claro, te lo explicaremos todo.
-Por favor.
-Siéntense -me dice Leonardo. Kieran y yo nos sentamos en el sofá frente a ellos.
-Eres la hija de Carina y Aurelio. Ellos eran nuestros mejores amigos -dice Bianca.
-Wow, no sabía nada.
-Es normal, supongo que tus padres no te habían dicho nada de que no eras su hija biológicamente, eso no debe ser fácil -afirma Leonardo.
-Ella recién se entera de toda la verdad -exclama Kieran.
-¿Estás segura de que vas a poder procesarlo todo de golpe? -pregunta Leonardo.
-No, pero tengo que hacerlo.
-Tienes un carácter parecido al de tu padre y al de tu hermano -dice Bianca y parece estar recordando algo.
-Gracias.
-Bueno, tú, Kieran, Alex y Hope eran grandes amigos aunque Hope era la más pequeña pero tú siempre la ayudabas en todo. Recuerdo que Alex se ponía nervioso siempre que te veía y tú te sonrojabas -exclama Bianca, por lo que ella y Leonardo sonríen pero Kieran y yo nos tensamos. Muy en el fondo, me alegra escuchar eso, pero Alex me falló.