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-¿Qué haces aquí?
-Vine a buscarte.
-Vale y sí, estoy bien.
-Bien, debemos irnos -digo e intento cargarla en mis brazos pero me lo impide.
-Tranquilo, puedo sola ¿me das un arma?
-No
-Dámela
-Avery, no voy a permitir que tú tengas un arma.
-Alex, no eres nadie para prohibirme eso, ahora, dame una pistola -veo la determinación en sus ojos y sé que tengo que darle esa pistola. Así que eso hago.
-Toma.
-Gracias.
   Decidimos salir de la habitación y está todo despejado, así que bajamos lo más rápido que podemos hasta el primer piso. Cuando estamos en el segundo piso, nos encontramos con la persona que menos quisiera ver.
-Samantha -gruño.
-Alex, veo que ya rescataste a tu querida noviesita.
-Mira, zorra ¿sabes lo qué va a pasar aquí? Tú, nos vas a dejar irnos mientras sabes que no eres nadie y no lo puedes impedir -dice Avery riéndose a carcajadas.
-Ups olvidé decir que no vengo sola -dice Samantha y detrás de ella veo a un chico.
-Flavio -dice Avery.
-Es un placer poder conocerte en persona Alex D' Altrui -dice Flavio mirándome.
-Me alegro, así sabrás el nombre de la persona que te meterá el balazo entre ceja y ceja que acabará con tu vida -exclamo riéndome. Los veo tragar con fuerza.
-No estaría tan seguro -dice Flavio y dispara. Avery y yo nos cubrimos. Comenzamos un tiroteo donde no sabremos quién saldrá con vida. Siento un dolor fuerte en mi costilla pero lo ignoro, voy a hacer lo que prometí. Disparo y mi bala le da entre ceja y ceja a Flavio, tal y cómo prometí.
-Flavio -grita Samantha.
-La próxima serás tú sino nos dejas en paz -dice Avery apuntando a Samantha, la cual sale corriendo dejando a Flavio en el suelo. Camino hasta él y me le paro al lado.
-Esto es solo cumpliendo mi promesa -digo con ironía.
-¡Alex! -grita Avery.
-¿Qué? -digo y siento que el dolor en mis costillas es aún mayor. Miro y veo todo mi pulóver lleno de sangre.
-Debemos llevarte a un médico -dice Avery, completamente fría.
 
Pov's Avery

  Juro que cuando ví a Alex herido, mi mundo se vino abajo. Sé que no puedo permitirme ser débil en estos momentos porque él me necesita fuerte. Sé que tengo que alejarlo de mí para que no lo maten, hoy era su vida o la de Flavio solo porque él vino a salvarme. En el mundo de la mafia, no hay lugar para el amor. Eso lo he aprendido hoy y de la peor manera. He estado a punto de perder al amor de mi vida, más no puedo cantar victoria aún ni decirle que lo amo. Llevo a Alex a donde se encuentran los demás.
-¿Qué le pasó? -pregunta Jase corriendo hacia nosotros en cuanto nos ve
-Le dispararon -digo fría.
-¿Estás bien? -pregunta Bryt mirándome y dándome un abrazo. Mientras, Jase se lleva a Alex.
-Sí
-Amiga, te extrañé -exclama.
-Yo igual.
  Nos montamos en el auto y nos vamos rápido, los refuerzos no deben demorar en llegar y no estaría lindo otro tiroteo. Vamos al hospital donde van a atender a Alex, es un hospital privado que dirige Bianca específicamente para situaciones como esta. Llegamos a Urgencias y esperamos a que nos den noticias de Alex. La espera se me hace interminable, no sé que le sucederá. Lo necesito, pero no seré la chica débil que he sido toda mi vida. Luego de un rato sale el doctor del quirófano.
-¿Cómo está?
-Las próximas cuarenta y dos horas decidirán su estado. Hemos logrado sacarle la bala antes de que provocara una hemorragia o dañara algún órgano vital. Le dispararon muy cerca del pulmón derecho, así que fue una operación muy arriesgada -explica el doctor.
-¿Puedo verlo?
-Aún no, mañana a mediodía podrán realizarse las visitas.
-De acuerdo -gruñe Jase.
-Esperaremos -dice Bryt.
-¿Y Nat?
-En estos momentos se encuentra estable, no fue nada grave -afirma Bianca. Gracias a Dios.
-¿En qué habitación está?
-La 221.
 Nos dirigimos a la habitación de nuestra amiga. Al llegar veo a Kieran sosteniendole la mano y mirándola con dulzura. Se ven tan tiernos, me alegro de que ellos si puedan estar juntos.
-¿Podemos pasar? -pregunto cohibida. No quiero interrumpir el momento pero sé que Bryt lo hará.
-Claro -dice Kieran con una sonrisa y me abraza.
-¿Cómo está?
-Bien, no sabes cuanto me alegro de tenerte aquí -susurra Kieran y veo que tienen los ojos cristalizados. Qué sentimental me ha salido.
-Yo también me alegro de estar de vuelta. Supongo que se me acabaron las vacaciones en el hotel cinco estrellas -me mofo.
-Tonta -me dice él entre carcajadas a lo que todos reímos.
-¿Cómo está la mejor amiga del mundo mundial? -exclamo corriendo hacia Nat.
-Hey -se queja Bryt.
-Oh vamos, todos saben que yo soy su favorita -se burla Nat sacándole la lengua a Bryt. Parecen niñas pequeñas. Al final todos volvemos a reír.
-Veo que estás muy bien.
-Supongo -dice Nat encojiendose de hombros.
-Me alegro -afirma Jase.
-¿Y Alex donde está? -pregunta ella. Todos ponemos una expresión seria excepto Kieran.
-Está descansando, le dispararon cerca del pulmón por lo que el doctor tuvo que hacer maravillas para salvarle la vida, pero ahora está estable. Las próximas cuarenta y dos horas serán decisivas -explico sin demostrar ninguna emoción.
-¿No te importa? -pregunta Nat.
-Pues sí, pero ya está bien -digo fría.
-Avery, joder, esto no es un juego de niños, su vida aún está en riesgo y tú estás aquí como si nada -grita Kieran y sale dando un portazo.
-Avery, Alex arriesgó su vida por ti y ¿tú no haces nada? -pregunta Nat alazando su voz.
-Ya basta, estoy harta de que todos quieran opinar sobre mi vida y mis decisiones, ninguno de ustedes sabe el motivo por el que no pienso hacer nada así que ahórrense sus discursos porque ni quiero escucharlos ni voy a hacer lo que me digan -grito y salgo de la habitación.
    La verdad es que no me gusta que me digan que tengo que hacer ni cómo tengo que comportarme. Esto es el siglo XXI, se supone que hay libertad de pensamiento. Odio discutir con las chicas pero pues tenía la necesidad de hacerlo. Hay momentos en que las personas no comprenden que existe un límite para exigirle algo a alguien o decirle lo que tienen que hacer y terminan agobiándolo, eso me sucedió a mí. Regreso al que se supone que es mi hogar pero ,que ahora mismo, no lo siento así. Me duermo rápido, hace días que no descanso bien.
   Al amanecer voy hacia el hospital dobde se encuentran Nataly y Alex. Oh, mi Alex, te necesito. Veo a Bianca saliendo de la habitación de Alex.
-Bianca -la llamo.
-Oh, Avery, no te había visto -dice sonriéndome.
-Recién llego
-Ay, querida, puedes pasar a ver a Alex cuando quieras.
-¿Está fuera de peligro?
-Aún no es del todo seguro, pero podría decirse que sí.
-Me alegro mucho.
-¿Te confieso algo?
-Soy toda oídos.
-Yo también me enamoré de Leonardo siendo una adolescente, tuve que dejar muchas cosas de mi vida para estar junto a él, pero no me arrepiento.
-Eso es muy lindo y me alegro mucho por ustedes pero yo no estoy enamorada de Alex.
-Mi niña, no niegues lo obvio, soy una mujer adulta y enamorada, soy capaz de reconocer esas miradas que se dan, esas expresiones, esos retos, todo.
-Sería muy lindo si todo se basara en gestos y palabras pero pues eso no siempre es suficiente.
-Cuando hay amor, nunca faltan fuerzas.
-Muchas veces he escuchado decir que las personas no eligen de quién enamorarse, es cierto, pero tampoco elegimos las circunstancias para vivir nuestra historia de amor y estas circuntanstancias, no son precisamente mis favoritas.
-Mi niña, no cometas el error de pensar que en estas circunstancias no puedes vivir tu historia de amor.
-La realidad es esa, ahora si me permite, voy a ver a Alex.
-Adelante.
  Entro en la habitación y lo veo recostado en la cama.
-Hola -saludo
-Hola -responde.
-¿Cómo te encuentras?
-Mejor ¿y tú?
-Mejor.
-Avery, mi princesa ¿no me vas a dar un beso de saludo?
-Alex, siento tener que decirte esto pero no soy ni seré tu princesa, tampoco voy a besarte, no quiero ser cruel pero no quiero darte esperanzas donde no hay nada -digo y siento que rompo mi propio corazón. Tuve que hacer de tripas, corazón para poder decir eso. Lo amo y quiero gritarle eso al mundo, pero gritarlo significaría aceptar otra bala atravenzadolo, no quiero eso.
-Pero ¿qué dices?
-Lo que has escuchado.
-Mi princesa no digas eso.
-Alex, no hay vuelta atrás.
-Dame una oportunidad.
-No.
-Avery...

Amor y Mafia (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora