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Pov's Avery

  Cuando abro mis ojos, siento mareo y noto que me encuentro en un lugar desconocido. Intento moverme pero tengo las mano y los pies atados, además de una cinta en la boca que me impide hablar.
-Veo que has despertado -dice un Flavio demasiado tranquilo y me quita la cinta.
-¡Ayuda! -grito pero veo que él comienza a reírse.
-Avery, aquí nadie te va a escuchar -dice entre risas, lo fulmino con la mirada y hago una mueca de asco.
-No te pongas así, todo esto es por tí -exclama.
-¿Qué quieres de mí?
-¿Recuerdas esa vez en el colegio que te invité a salir y te negaste?
-Sí
-Pues llegó mi venganza.
-¿En serio? ¿Me estás secuestrando porque me negué a salir contigo?
-Sí y porque mi padre tiene un asunto pendiente con tu familia.
-¿Quién es tu padre?
-Ottavio ¿te suena? -dice y noto como mis vellos se erizan. Un pscicópata y un mafioso me tienen secuestrada, estoy jodida.
-¿Tu padre es el mafioso de quinta que mató a mis padres?
-Veo que sabes quién es, deberías conocerlo en persona -dice y se va. Al rato veo que entra un señor de unos cuarenta años, gordo y muy feo. No me extrañaría que estuviera soltero.
-Pero miren quién está aquí -dice.
-Mucho gusto, soy Avery -exclamo con una sonrisa. Si él quiere jugar, pues juguemos.
-¿Cómo se siente después de que te maten a tus padres? -pregunta y me tenso.
-Mal, pero no creo que tanto como que te maten a un hijo -me mofo y veo que se acerca.
-Mira, no estoy para jueguecitos -me amenaza.
-Así que tú eres Ottavio -digo.
-El mismo.
-Sabía que serías feo pero me sorprendes.
-Sabía que serías valiente pero no tan estúpida.
-Sé que quieres intimidarme pero con ese físico y tu voz de ballena enferma, pues solo me das risa.
-Debería matarte aquí mismo.
-Pero no lo vas a hacer.
-¿Qué te hace estar tan segura?
-Si me quisieras matar, ya lo hubieras hecho.
-Papá -dice un voz que me resulta conocida, cuando miro es la barbie de silicona.
-Wow, la familia perfecta, el pscicópata vicioso, la ballena de circo y la barbie de silicona.
-Mírate, zorra virgen, no estás en condiciones de ironizar.
-Y tú nunca estás en condiciones de superarme -me mofo y me da una bofetada.
-¿Eso es lo mejor que tienes? -pregunto y me da otra. Bien, la estoy provocando. No sé para qué, pero he visto que lo hacen en las películas y funciona ¿Ahora se supone qué es cuando Alex abre la puerta y me salva? Sí, pero eso no pasa.
   Nunca creí que todo esto pudiera pasarme. Me duele saber que Flavio pertenezca a esta gente y que quieran hacerme daño. La barbie de silicona nunca me ha caído bien pero jamás creí que llegaría a esto. La realidad es demasiado cruel. A mi mente solo viene un nombre "Alex".
-¿Vas a ayudarnos, verdad? -pregunta Ottavio.
-Jamás
-Venga, tienes que decirnos donde están los documentos.
-¿De qué hablas?
-No te hagas la inocente.
-Mira, experimento balleno ¿de qué papeles me hablas? No lo sé ¿me importan esos papeles? Ni lo más mínimo ¿voy a ayudarte? Ni en tus mejores sueños.
-Bien, es tu decisión, hasta que no nos digas no te daremos comida.
-Creo que sobreviviré -¡No! Hombre, con la comida no se juega. Eso es pecado.

*Entonces ¿por qué dices lo que dices?

Pfff orgullo.

*Ah pues por orgullosa te quedaste sin comer.

No estoy de humor para ti Maria Antonieta.

Pov's Alex.
 
   Algo le debe haber pasado a Avery. Lleva un buen tiempo sin aparecer. Mis padres y todos nosotros la hemos buscado pero no hemos encontrado nada. Mi madre dijo que solo una persona podia tener a Avery: Ottavio. El problema es que el tal Ottavio no la quiere precisamente para jugar a las muñecas, o tal vez sí, pero no en el sentido inocente de la palabra. Joder, que está desaparecida y ¿qué es lo mejor? Que no podemos llamar a la policía. Genial.
-Alex, cálmate, todo va a estar bien -me dice Nat. Estoy caminando de un lado a otro sin parar.
-¿Qué me calme? ¿Cómo quieres qué me calme?
-No vas a resolver nada así.
-No puedo permitir que le pase nada, no a ella. Cuando la perdí de pequeño sufrí demasiado, sí, solo que en aquel entonces no era tan conciente de lo que eso significaba. Luego de la muerte de mi hermana me convertí en una persona distinta. Sonreía, iba de fiestas, hasta me convertí en novio de Samantha ¿todo para qué? Para olvidar el maldito vacío que sentía. Con Samantha llevaba unos años de ser novios y, aún así, con ella siempre sentía que me faltaba algo. Al conocer a Avery, todo cambió. Ella me retaba, me enfrentaba, me enojaba y me hice creer a mí mismo que la odiaba. Aunque la realidad era que cuando ella no venía a mí, yo iba a ella, por mucho que no quisieramos, por mucho que nos evitáramos, somos como dos imanes buscando la atracción ¿qué los polos opuestos se atraen? No, esto es más que pura atracción física. Me gustaba hacerla enojar, me gustaban sus miradas hacia mí, me gustaba que, a pesar de todo, ella lograba sacarme sonrisas reales. Ella convirtió ese vacío en pecho en un lugar mejor, ya no tan vacío. Me hizo ver que no puedo juzgar a una persona sin conocerla porque podría ser esa quien me ayude al día siguiente. Tal vez, sí sentía odio, pero no hacia ella, sino hacia mí. Odio por no ser capaz de reconocer que la quería y la quiero. Odio por no luchar por ella. Cuando descubrí que ella era mi amor de la infancia y mi amor ahora, entendí que ella es y siempre ha sido el amor de mi vida. Si para salvarla, tengo que dar mi vida, lo haré. Le prometí que no dejaría que nada le sucediera, que me ganaría, otra vez, su amor y yo siempre cumplo mis promesas -wow sí que tenía todo eso bien guardado.

Amor y Mafia (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora