Capitulo Cinco

258 38 18
                                    

San

Jueves.

Un día más después del que me correspondía como libre de tareas, en el que tengo que cumplir mis obligaciones.

Como cada día que tengo que trabajar me despierto a las seis de la mañana, me ducho, me visto con ropa limpia y bajo a tomar mi desayuno.

Esta mañana me he dispuesto a poner la mesa para el señor Lee y la señora Jung, además de también para su hijo. Después de eso me he dispuesto a arreglar por segunda vez la habitación de la señora Jung, terminando una hora después para, y por último al parecer, ir a la biblioteca una vez más donde tengo que limpiar y ordenar cada uno de los libros, incluyendo los nuevos.

— Es tan cansado ir de un lado a otro —miro la pesada escalera que tengo que coger —no creo poder con tanto peso.

Y es cierto que apenas puedo cargar con la escalera, haciéndolo lo mejor que puedo para poder llegar a la parte más alta de la inmensa estantería por la que estoy por empezar.

Colocándola de forma segura, asegurándome por supuesto de que así sea, subo uno a uno los peldaños, encontrándome a lo alto en pocos segundos, los suficientes para darme cuenta de que esta altura es más de la que me he imaginado viéndola desde abajo.

Los libros, siendo tan clásicos a mi parecer, están tan sucios que si supiese leer estoy seguro de que no comprendería una sola palabra, más por no poder verla con claridad. Cogiéndolos, dejándolos en la cesta que me ha facilitado la señora Kang, voy bajando tantos como puedo. Cada viaje hacia arriba y hacia abajo que hago, cargando de esta forma con cada libro de esta primera estantería, hace que mis piernas al igual que mi hombro derecho se vaya resintiendo.

Se perfectamente que de seguir así, lo cual debo hacer porque es mi trabajo, terminaré con mucho dolor cuando llegue la noche, pero aún así me adapto, continuando bajando y subiendo, también a la inversa hasta que la estantería está completamente vacía.

De nuevo subo estas escaleras, esta vez llevando en mi mano, teniendo que usar solo una, un trapo y el producto que he de usar para que todo quede no solo limpio sino reluciente como la señora Jung quiere y me ha ordenado que esté.

Estoy seguro de que lo revisará aunque no veo con claridad que sea capaz de subir estas escaleras que en cierto modo son peligrosas. Y con su fanatismo por usar tacones me aseguro a mi mismo que no lo hará, aunque no por ello dejará de revisar si hago bien mi trabajo, así como pasó con el jardín que tuve que volver a arreglar porque no estaba de su gusto.

El día que tuve que volver a arreglarlo me salté la hora de comer y terminé cuando ya solo quedaban unos minutos para poder cenar.

Hoy estoy haciendo este trabajo siendo ahora mismo las once y diez minutos de la mañana.

El silencio desde hace horas reina en la casa, siendo el único momento en que no ha sido así cuando he comenzado con mis tareas, escuchándole a él protestar en su habitación porque no quería desayunar. No se como ha seguido ni acabado eso puesto que me he quedado al margen, tan solo pudiendo escuchar por un momento de su deseo por venir a la biblioteca.

La señora Jung obviamente no se que respuesta le ha dado a su hijo y tampoco me preocupa mucho, aunque si en parte me siento algo incomodo por la idea de que vaya a venir, más por si lo hace mientras yo me encuentro limpiando.

Seria bastante incomodo, más porque seguro que si me viese saldría corriendo.

Aunque también en parte si le viese podría saber, o tratar de saber, la razón por la cual le mantienen oculto. O a lo mejor así podría conocer aunque sea su nombre.

Promise // Sanwoo //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora