Wooyoung
Hemos comido muchas cosas que estaban deliciosas, todos y por primera vez he soplado las velas del pastel de crema y pedacitos de fresa que San ha traído en el momento en que las luces han sido apagadas para hacer el momento más bonito y especial.
Todo eso ha pasado hace un rato, estando aún feliz y emocionado por los regalos que también he recibido, muchos libros de parte de mama, ropa nueva, un bonito jersey y una bufanda hecha a mano por la señora Kang, música que no he escuchado nunca de parte del hijo de la señora Kang, Yeosang y del amigo de San, Hongjoong que aunque le he conocido hoy es simpático, unas bonitas zapatillas que me gustaría estrenar saliendo a la calle con San a solas.
De mi novio en cambio no he recibido nada, más que la tarta. Tampoco es que me importe mucho porque que esté en mi cumpleaños y todos los días conmigo es el mejor regalo.
Tumbado en el suelo del salón, entre la mesita de centro y el sofá, sobre la alfombra, leo uno de los libros, estando ahora solo porque no se que están haciendo los tres en la habitación de mi novio.
— Woo.
Apartando la atención del libro, cerrándolo y dejándolo sobre el sofá, miro a San, quien ahora se está tumbando a mi lado en la alfombra, sonriendo ante el pequeño y tímido beso que deja en mis labios.
— Se que pensarás que me he olvidado de comprarte un regalo como han hecho los demás —niego porque no es así en absoluto —no me he olvidado. Solo estaba nervioso por dártelo y saber tu reacción cuando lo vieses. No es un libro ni ropa que te guste y a lo mejor tampoco algo bonito para ti. En realidad creo que es una tontería y será mejor que busque algo mejor y más bonito.
— ¿Qué te parece si mejor me lo das y opino yo si me gusta o no? —me siento al igual que San —aunque no necesito verlo para saber que me gustará mucho porque es un regalo que tu me estás haciendo a mi San. Eres mi novio y te quiero mucho y cada cosa que venga de ti, incluso si es un pétalo de cualquier flor o una hoja, si es de tu parte me gustará. ¿Puedo verlo?
Todavía sentado como ya estaba le veo buscar en el bolsillo de su pantalón, sintiéndome a cada minuto que pasa más emocionado porque tengo cada vez más ganas de verlo, de saber que es lo que San me ha regalado y tan indeciso le hace sentir aunque no tenga en realidad porque sentirse así.
— Si no te gusta lo puedo cambiar o devolver.
Fijándome en su mano, en la cual sostiene una especie de cajita envuelta casi perfectamente, no dudo en cogerlo antes de que pase un solo segundo más. Con cuidado voy abriendo cada uno de los lados del pequeño paquete. La emoción y los nervios van invadiéndome a partes iguales incluso cuando ya he quitado todo el papel, encontrándome con una cajita aterciopelada, negra, la cual doy varias vueltas entre mis dedos, abriéndola ahora de forma cuidadosa, lenta.
Creo que si fuese posible mis ojos saldrían de su lugar, así como mi corazón que late con fuerza también podría hacerlo. Sosteniendo bien la cajita entre mis dedos, viendo lo mejor posible el contenido de la misma, no se ni que palabras usar ante tal detalle, tan bonito, tan especial, tan único que San ha podido darme en el día de hoy mi cumpleaños, siendo aún más especial porque es mi novio y porque es algo que voy a conservar toda mi vida.
— San es precioso —le doy la cajita, estirando mi mano hacia él —se que es un poco cursi como he leído en muchos libros pero pónmelo por favor.
San no lo duda tampoco, pareciendo que ahora mismo tiene más confianza en si mismo, en el regalo que ha elegido para mi seguro que con mucha paciencia y bastante tiempo que ha usado para encontrarlo sin que yo me diese cuenta, porque realmente no me percaté de que estaba buscando algo tan especial como lo es este anillo que ahora está en mi dedo y es el símbolo y la promesa de que lo nuestro será para siempre.
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Promise // Sanwoo //
Hayran Kurgu** Sanwoo Para muchos la apariencia fisica es importante. Para San es más importante una promesa y cumplir con ella. *Prohibidas copias y adaptaciones. *Historia completamente mia. *Si no os gusta tan solo teneis que dejar de leer, a quienes si les...