Capitulo Trece

218 29 0
                                    

San

Si pensase en tiempo atrás estoy más que seguro que nunca antes he tenido un sueño tan bonito como el de esta noche. El amanecer, mi despertar no lo es tanto pero con ese sueño y la realidad tras el, porque realmente si ha pasado que Wooyoung me besase y yo por supuesto le correspondiese, viviendo la experiencia de que mi corazón latiese a mil por hora.

Pero ahora ya estoy despierto, envuelto en la leve oscuridad que hay en mi habitación casi iluminada porque las cortinas no están cerradas por completo. Presionando con mis manos sobre el colchón intento incorporarme, despacio.

Me lamento enseguida por mis intentos, más que nada por el intenso dolor que inicia en mis costillas, subiéndome casi hasta el cuello, manteniéndose sobretodo en mi costado que es lo que más se resiente y me impide la simple acción de sentarme.

Mirando a mi alrededor busco la forma en la que pueda pedir ayuda. No encuentro absolutamente nada que me pueda servir a menos que contenga el dolor como pueda dejándome caer al suelo, porque duele demasiado. Deshecho esa idea mirando hacia el techo, siendo lo único que puedo hacer.

Escucho, no muy lejos sino más bien demasiado cerca, pasos, ninguna voz. Siguiendo el sonido de esos pasos escucho y veo como la puerta de mi habitación es abierta. La poca oscuridad que había es ahora sustituida por la luz que desprende la lámpara del techo, pudiendo cuando enfoco bien por la incomodidad ver a la señora Kang, cargando con una bandeja que deja a un lado, parando a mi lado de forma que me ayuda a incorporarme con cuidado, con mimo, acomodando la almohada y un cojín a mi espalda antes de situar la bandeja con el desayuno sobre mis piernas.

— ¿Woo está bien?

— ¿Es lo primero que quieres saber nada más me ves? —asiento, tomando un poco de zumo —si está bien, si. Ha salido con su madre.

— ¿Woo ha salido a la calle? ¿Llevaba la mascarilla?

La señora Kang me sorprende una segunda vez más diciéndome que no, comprendiendo que realmente Wooyoung ha sido capaz de salir con su rostro al descubierto.

Eso me hace sonreír, así como también sonreír amplia y felizmente, orgulloso de que sea tan valiente y no quiera esconderse más aunque se que el miedo puede seguir en él en algún momento.

Tener miedo es algo normal en un ser humano y aunque se puede luchar contra eso, no siempre podemos evitar sentirlo y acabamos aprendiendo a vivir con ello.

Yo aprendí a vivir con el miedo que me creaba el vivir con mi padre hasta que me libré en cierto modo de él.

Desayunando en compañía de la señora Kang, quien en un momento dado termina ayudándome porque hasta el mínimo movimiento hace que me duela casi todo el cuerpo, termino así, tomando además los medicamentos que el doctor me recetó y la señora Jung tan amablemente me compró sin reproche alguno.

— Señora Kang —la miro, ahora tumbado, viendo como cambia la venda de mi cabeza, la cual ya no está sucia con mi sangre —sabe bien que no quiero ver nunca sufrir a Woo.. pero tengo miedo que un día la señora Jung nos termine separando por seguir protegiendo a su hijo.. ¿y si yo me fuese a esa casa que he heredado y no podemos volver a vernos?

— San cielo la señora Jung no haría eso —miro fijamente a la señora Kang —ya sabemos como es esa mujer pero no haría eso y menos porque le arrebataría la felicidad que su hijo está sintiendo. Después de lo ocurrido con el señor Lee no se opondrá en nada de cuanto respecte a vosotros dos.

Sonriendo a medias, respirando de forma profunda aunque eso también me incomode y haga que me duela ciertamente la parte de mi cuerpo que más dañada está, agradezco el animo a la señora Kang, quien ahora se marcha diciendo que me dejará descansar un poco más porque aún es temprano.

Promise // Sanwoo //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora