Hay personas que vienen al mundo con dones especiales, mismo que son otorgados por los Dioses y Diosas - Sol, Luna y los cuatro elementos -. Muchos de ellos son marginados por el miedo a lo diferente pero la triste realidad es que ninguno pidió nace...
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Despierto aterrada, una vez más en mis sueños se repite ese desagradable momento.
De nuevo aquel sonido, una dulce voz cantarina que me llama a ir tras de ella. Sin embargo esta vez tengo un sentimiento diferente, el impulso me obliga a seguirla, tal vez sea el momento de seguir ese instinto.
Tomo aquel dije entre mis dedos y susurro hacia mi madre para que me guié, salgo de aquella cabaña y camino directamente hacia el bosque.
Todos están dormidos y el único sonido que existe es el de los grillos y lechuzas junto al de mis pies al caminar.
Suspiro al sentir una extraña melancolía arropar mi interior.
Una luz comienza a brillar de una manera tan peculiar que la curiosidad por querer llegar hasta ella me hace caminar en su dirección, y no es hasta llegar a aquel manantial donde puedo visualizar la hermosa figura de cuatro mujeres, brillar entre miles de luces mientras cantan con aquellas dulces voces.
Con miedo a ser descubierta me agacho entre los arbustos y contemplo aquella increíble pero singular vista.
Tal vez pasaron horas o quizás solo fueron minutos pero el crujir de unas botas me alerta y así como un repentino flash no hay nada.
No hay canto, no hay luces, no están aquellas mujeres...
Mi corazón se acelera cuando escucho de nuevo aquel crujido y volteo para visualizar si hay alguien que me haya seguido. Aun manteniéndome oculta, un suspiro pesado se escucha junto con una voz algo familiar pero que no logro identificar.
- Sé que están cerca de aquí...
Eso me alerta de inmediato y cuando visualizo a un hombre alto de capa negra se sube a un caballo es cuando mi mente de inmediato comienza a trasladarme a un momento a venir.
Llamas, gritos, muerte...
Completamente alterada corro hasta volver a nuestro hogar, debía avisarles, ellos estaban cerca de nosotros una vez más.
Cuando entro directamente a mi cabaña me exalto al ver esa figura allí, lo miro con terror pero inmediatamente el enojo se apodera de mí.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – le pregunto a Chanyeol
- ¿A dónde fuiste? – pregunta serio
- Eso no es tu problema
- Estas loca, como vas a desaparecer así porque si en la noche – me reclama y yo ruedo los ojos cuando termino de quitarme los zapatos.
- ¿Sabes algo? Estoy cansada de que estés sobre mi todo el tiempo Chanyeol
