"Y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo."
-Salmo 23.
🌻
Cambió la página de su libro intentando ignorar el dolor. Su cuerpo yacía abyecto ante los tintes del sol; sentía punzada en su pecho y una incertidumbre sumamente intensa. Sin embargo, sentía la paz y tranquilidad de la cual siempre careció.
Solicitó pasar sus últimos momentos en soledad; solamente ella y un buen libro.Cerró los ojos por un momento al notar una cálida brisa que entraba por su ventana y acariciaba sus débiles brazos.
Suspiró mientras sonreía y se balanceó en su paz. Aquella brisa se intensificaba cada vez más, abrazaba sus brazos y la obligaba a sonreír.
Cuando sus brazos yacían ya cansados y su piel se erizaba, tres golpes en la puerta interrumpieron su paz._¡Pase!_ musitó con un hilo de voz.
Aquel hombre se adentró al cuarto. Su traje enteramente negro contratestaba con su cadavérica piel y se mezclaba con sus cabellos castaños.
Sostenía un pergamino en sus manos, el cuál leía con suma atención._¿Victoria Burton?_ preguntó.
_¿Quién eres tú?_ cuestionó con autoridad mientras fruncía el ceño.
_Vamos, Victoria. Tú sabes quién soy._ respondió con neutralidad.
Su mirada era calante y fría. Sin embargo, no era un ser insensible; comprendía su dolor. Pues era él quien alguna vez lo sintió.
_¿Eres... él?_ el joven asintió_ ¿Ya es mi hora?
Él volvió a asentir.
_Ya lo sospechaba_ soltó amarga.
Él respondió de la misma manera. Su sonrisa era distinta de todas las que Victoria habia visto en su vida. Conservaba un aire especial que le daba escalofríos por la espalda.
_Ya sabes el procedimiento, Victoria. Tuviste una buena vida, no lo niegues.
_También fue corta._ replicó
_Conociste el significado del amor. No todos pueden presumir eso, jovencita._ él hizo un ademán con lo hombros, inexpresivo_ Me he llevado niños sin hogar, adolescentes sin amor, ancianos sin familia.
Victoria asintió y dio un suspiro. Él tenía razón y éso le sabía fatal. Pidió el perdón hacía sus adentros y lo observó.
_Que no te den lástima los muertos, Victoria. Sino más bien los vivos, y sobre todo los que viven sin amor._ objetó leyendo sus pensamientos.
_Llámame Vic.
_Vic_ sentenció_ ¿Tienes alguna pregunta?
Un brillo reapareció en sus ojos.
_¿Me llevarás con él?_ preguntó esperanzada
_¿Joseph? Él te está esperando_ la muchacha sonrió con suma felicidad.
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𝐓𝐡𝐞 𝐟𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐩𝐢𝐥𝐥𝐨𝐰 | 𝐉𝐨𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐳𝐞𝐥𝐥𝐨
Conto𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐫𝐮𝐳𝐨 𝐦𝐢𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐘𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐲 𝐩á𝐥𝐢𝐝𝐚𝐬, 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐥 𝐫𝐮𝐛𝐢𝐨 𝐫𝐞𝐠𝐚𝐳𝐨 𝐃𝐞 𝐦𝐢 𝐝𝐞𝐬𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢ó𝐧 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐮𝐥𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐢𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐥𝐨𝐣 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚ñ𝐞𝐫𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧...