"YO LO SUPE ANTES"

Capítulo 17: Nuestros Destinos Son Inciertos

"YO LO SUPE ANTES"
Capítulo 17: Nuestros Destinos Son Inciertos 
Por: Limna Soto

Una sonrisa cantarina cimbró mis paredes. Hacia mucho tiempo que no la oía, por cierto. La ausencia del chico había enmudecido la peculiar carcajada de mi inquilina; pero ahora amaneció demasiado feliz, y también, demasiado temprano para ella.

Tal como había dicho, a toda prisa se arregló y preparó para salir. Apenas y tomó un café, y luego cargó su conocida y pequeña maleta de viaje, y dijo:

— ¡Ah, qué maravilloso es estar viva! Muchas cosas puedo planear, algunas sucederán, otras tantas no; pero siempre, siempre hay una esperanza a la cual aferrarme. ¡Hoy por fin voy a verte Albert! Siento un tremendo palpitar en mi pecho... ¡no puedo controlar mi emoción! ¡Diantre de guapo! Ya verás cómo te va cuando te vea... obviamente, primero te abrazo fuerte, te reclamo los besos que me debes, y luego ¡me vas a conocer enojada! ¡Mira que hacerme sufrir así! Bueno, ¡allá te voy Rockstown! — terminó de decir esto, y salió. Sobra decirles cuán ilusionada partió... ¡tanto que me contagió sus emociones! Lo cual no me agrada tanto, porque mientras ella saciará sus dudas, y otras cosas, yo acá tendré que esperar circundado de ansiedad y aburrimiento con mi perímetro vacío. En fin... gajes de mi oficio.

No tengo siquiera la certeza de cuándo regresará,  si es que vendrán ambos, o de plano ya no volverán aquí. Caray... no había reparado en eso. Lo cierto es que debí hacerme la idea de que su partida era inminente después del escándalo y acusaciones de la casera y los vecinos. Candy ha aguantado aquí, porque ha tenido la esperanza de hallar a Albert; pero suele hablar de que este lugar es demasiado grande para ella sola. Y, por otro lado, si ya le ha indicado que está en Rockstown y ella va a reunirse con él, es porque seguro allá tiene dónde residir, y la invitará a quedarse. ¡Ay! Son conjeturas precipitadas, pero tengo que empezar a mentalizarme con esa probabilidad, aunque desde ya los empiece a extrañar.

Justo al medio día un sobre postal entró debajo de mi puerta. Eso quiere decir que Candy no avisó a la casera de que estaría fueras por unos días, y por eso el cartero a subido a deslizar la entrega. Lo hizo tan fuerte que
el sobre quedó casi debajo del sofá; pero agraciadamente con los datos del remitente y destinatario expuestos a mi vista. Y no se imaginan quién ha escrito... ni yo me lo hubiera imaginado: Terrence Graham, el mismo que ha estado desaparecido ya por un tiempo. Y, no me lo van a creer, si es que están de pie, mejor siéntense, porque ¿de dónde creen que es el timbre postal de esta carta? No, el chico no está aquí ni en Nueva York... Según el sobre, ¡Terrence escribió desde Rockstown! ¿Qué encrucijada es esta? ¿Es una broma? Mi "cerebro" trabaja al mil por hora tratando de descifrar qué sucede, pero ¡es dificilísimo! Y más porque tengo que lidiar con la ansiedad de no saber qué dice la carta, ¡porque no hay quien la abra y lea! Ni hablar... Justo ahorita soy un coctel de emociones: tristeza porque no están, curiosidad por lo que sucederá en ese reencuentro, y frustración porque no puedo enterarme de qué escribe el actor, a pesar de ser el único que ha recibido la misiva. Empezaré a contar hasta el infinito para intentar despabilarme ...

Casi estaba lográndolo, pues me distraje un tantito, cuando alguien se aproximó a mi entrada. A decir verdad eran 3 personas: la señora Gloria y 2 caballeros muy elegantemente vestidos. Ella tocó y tocó la puerta. Gritó el nombre de Candy, y al no tener respuesta alguna, abrió la manija.

— Qué extraño... parece que la chica no está. Quizá le tocó ir a trabajar desde  muy temprano a la clínica. — Los hombres, que estaban enfundados en finos trajes ejecutivos y elegantes sombreros, voltearon a verse y sonrieron entre ellos, mientras que la casera entraba a la habitación para cerciorarse de que todo estaba en orden. — Ella es enfermera, ¿saben? Es una muy buena chica, y han cuidado bien del lugar.