Capítulo Diecinueve

316K 30.5K 50.6K
                                    


Capítulo diecinueve.

— ¿Qué haces sentada aquí sola a esta hora? —Me pregunta Eva, pero luego nota el estado en el que me encuentro—. Oh, Les.

Sí que debo verme terrible, pero tiene sentido cuando llevo toda la madrugada llorando haciendo unas cuentas que no me dan. Trabajo las horas necesarias, horneamos galletas para vender, papá dobló sus turnos y aun así hay tantos gastos.

Eva se sienta en la silla de al lado y me abraza de una manera rara que me reconforta mientras lloro. Llorar es algo que hago mucho en los últimos meses y que lastimosamente no puedo evitar. Pasé de ser la elocuente y divertida Leslie a la que lucha contras las lágrimas para que Arthur no la vea triste, pero que por dentro siente que desmorona.

—Todo estará bien.

—No necesito palabras de aliento —digo exasperada y alejándome—. ¡Necesito dinero! Eso es lo que necesito. Dinero para comprarle comida que tolere, dinero para comprar medicamentos para el dolor, dinero para muchas cosas y no hay, Eva ¡No hay suficiente!

»No sé qué hacer, en este punto no me importa cómo conseguir dinero, pero solo sé que lo necesito para Arthur. Estoy entrando en desesperación.

La respuesta de Eva es envolverme dentro de sus brazos y llorar conmigo mientras me susurra que estaremos bien, que no hay que perder las esperanzas ni la fe. Otro abrazo se une al nuestro y poco después reconozco la voz de Elanese:

—Todo estará bien, Les, lo prometo —susurra.



Decir que estoy nerviosa tal vez sea quedarse corta, estoy un poco más allá y la manera en la que juego con mis manos lo demuestran. De reojo veo a Andrew que se mantiene en silencio conduciendo, pero noto que sus dedos se aprietan con fuerza en el volante, no me ha dicho ni una sola palabra luego de soltar la bomba de que la cita que tanto esperé consiste en almorzar con sus padres.

—Me siento nerviosa —rompo el silencio porque este ambiente es simplemente raro.

Con lentitud él exhala y relaja un poco el agarre sobre el volante, aunque no sea el momento para pensar que es sexy, no puedo evitar pensarlo cuando lo veo morderse el labio inferior.

—Este no era el plan, pero mamá me pidió que comiera con ellos, han estado con los ánimos particularmente bajos desde la visita del detective. Hay cosas que no sabíamos de Ally, cosas que los han hecho cuestionarse si no fueron buenos padres ¡Lo que es absurdo! Porque han sido los mejores —sacude la cabeza.

»Tenía planes para nosotros, pero no pude negarme y lamento hacer esto incómodo para ti, creo que incluso he sido injusto.

—Bueno, sospechaba que no podías ser perfecto —digo estirando una mano y acariciándole la parte baja de la nuca, el cabello que sobresale de su gorra—. Debo confesar que me hubiese gustado estar psicológicamente preparada para este encuentro.

»Solo conocí a los padres de un chico una vez y me odiaron —Rio por lo bajo—. No quiero más dramas de ese tipo.

—Les agradarás e incluso si no lo hicieras, ellos nunca serían odiosos contigo —Me da una breve mirada antes de volver la vista a la carretera—, pero ellos no están en un momento alegre o festivo, por lo que podrían haber algunos silencios difíciles de atravesar.

»Con honestidad, no sé cómo termine esto, pero espero y todo salga medianamente bien. No quiero que te lleves una mala impresión y tampoco quiero que ellos se sientan mal.

La inspiración de Andrew  (BG.5 libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora