Epílogo Uno

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Epílogo

—¡No! Love, no comas las flores de tu hermano —dice Leslie, pero Camille ya tiene el tallo en la boca y sonríe.

Aprieto los labios para no reír mientras le quito con cuidado la flor y la regreso al arreglo, afortunadamente no se trata de rosas con espinas, qué bueno que elegimos margaritas.

Camille me hace puchero y me amenaza con llorar en tanto intenta ir por las flores, pero Leslie la recoge sobre su regazo mientras Allyson está demasiado cómoda sentada sobre la lápida, aplaudiendo y bailando con una canción que supongo que suena en su cabeza en tantp Bree está demasiado entretenida intentando trepar por mi espalda y cuando la atrapo en mis brazos, ríe de esa manera increíble que me calienta el pecho.

Me siento junto a Leslie y dejamos que Allyson permanezca sentada sobre la lápida.

Nuestras letras tienen catorce meses, lo que se traduce a un año con dos meses. Han crecido mucho en este año de locos y son unas niñas encantadoras muy fáciles de amar incluso si a veces se siente como demasiado.

Hoy hemos venido a visitar a Arthur a Preston, tratamos de hacerlo una vez al mes, aunque no he podido venir todas las veces, pero Leslie si lo consigue con las niñas y cuando no puedo, viene con sus hermanas o Loick.

A algunos pudiese parecerles raro que a las letritas de hecho les gusta venir, se divierten y encuentran increíble intentar comerse las flores o deambular por el lugar con sus pasos inciertos y curiosidad eterna.

Me gusta que estén creciendo sabiendo y conociendo de su hermano, al igual que de su tía. Estoy seguro de que Ally perdona totalmente que Bree vomitara sobre su lápida de la misma manera en la que Arthur perdona el que Camille en una de sus visitas pensará que era genial quitarse el pañal lleno de popo debajo de su vestido, no fue nada divertido limpiar tal desastre.

Son anécdotas que me encargaré de contarles cuando se crean unas adolescentes demasiado geniales, las mantendré humildes.

—¿Por qué sonríes así? —Me pregunta Leslie rodando los ojos cuando Camille intenta sacarle una teta.

Llevamos un mes y medio en el proceso de desprenderlas un poco de la lactancia, pero Camille y Allyson se resisten, mientras que Bree lo ha hecho más fácil consiguiendo dormirse en las noches sin la necesidad de buscar el pezón de Leslie ni de despertarse.

—Solo recordaba el accidente del pañal que hubo aquí.

—Ni me lo recuerdes —Se estremece—, por eso hoy traen pantalones.

Ambos reímos y ante el sonido de nuestras risas, las niñas también ríen.

Muchas veces algunos nos preguntan cómo seguimos viéndonos como pareja cuando pasamos tanto tiempo siendo padres de tres bebés y la verdad es que, aunque es difícil, también hemos tratado de volverlo natural. Al principio fue muy difícil conseguir el equilibrio, pero nos prometimos que no nos olvidaríamos de nosotros y estamos cumpliendo.

A veces nuestras citas tienen que ser una cena en casa a la medianoche, otras un polvo rápido en medio de siestas, sin embargo, también no las arreglamos para salir en citas nocturnas o diurnas, follamos por las noches en los lugares del apartamento y cada mañana me despierto junto al amor de mi vida ¿Cómo podría quejarme?

—Hola, Arthur —Habla Leslie y Bree señala al frente.

—Bebé —dice porque por el momento así es cómo llaman a su hermano "bebé."

La inspiración de Andrew  (BG.5 libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora