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Joaquin ingresaba a su nueva escuela acompañado de su madre, le había pasado algunos cosas a su hijo en su antigua escuela que no le gustó para nada.

Caminaron hasta la dirección de la escuela para poder matricular a Joaquin, este solo disfrutaba ver a los niños correr por todas partes con una gran sonrisa. Ya quería empezar sus dias de clases.

La madre tocó la puerta y mientras esperaba le daba algunas caricias a su hijo. Entraron después de escuchar un "pase". La madre se sentó junto con su hijo y le entregó los documentos de matrícula al director.

—Es un honor que elija esta institución para su hijo, señora Bondoni. —le extendió la mano que fue apretada tiempo después por la madre.

—Mi amiga tiene a su hijo aquí y me dijo que es una buena escuela. —acarició la mano de su hijo y le dio una sonrisa cálida para que se sintiera un poco más tranquilo.

—Veo que su hijo es muy tímido —sonrió para Joaquin.

—Tengo algo que decir antes que nada—su tono de voz cambió a una seria—, mi hijo nació con mudez y a parte es un omega, tiene muchos riesgos. Apenas unos meses me enteré que casi abusan de mi hijo en su antigua escuela. De verdad quería matar a esos niños.. Por eso vine aquí, sé que tienen un control estable. Por favor, le pido que acepté a mi hijo aquí.

—Bueno, su hijo es un omega y mudo. Sería el primero aquí. Está bien señora, le entiendo, soy padre de dos omegas y uno en camino, de seguro mi pareja me golpearía si le dijese que no —carcajeo junto con la madre.

—¿Escuchaste hijo? Estudiaras aquí junto con tu mejor amigo. —le dijo la madre a su hijo apartando unos mechones castaños de su frente. Joaquin respondió moviendo euforicamente su cabeza arriba y abajo.

—Si quiere puede empezar mañana mismo. Los uniformes estan aquí...

Joaquin no escuchó lo que decían ya que estaba muy alegre de iniciar sus clases, después de tiempo se encontraría con su mejor amigo.

Ya no podía esperar a que sea mañana.

A causa de eso el pequeño omega gatito no podia dormir, se dirigió a su madre para poder dormir, no podia evitar su naturaleza de gatito.

Despertó muy energético y se dirigió al baño para poder asearse. Su madre sonrió dejando su uniforme en la cama para que pueda cambiarse y salió de la habitacion para dirigirse a la cocina y preparar el desyuna junto con la merienda de su hijo.

Joaquin estaba dando pequeños saltitos de alegría, su ojos avellana brillaban de tanta alegría. Su madre lo dejó en la puerta de la escuela y le dio un beso en la frente para finalmente irse.

—Cuídate hijo. Cualquier cosa me cuentas.

Joaquin comenzó a caminar hacía su grado mirando el patio decorado con ambientes verdes al rededor. Subió las escaleras buscando su grado. Estaba tan frustrado por no encontrarlo que le dieron ganas de llorar, estaba en un rincón encogido con un puchero en sus labios. Su alegría se estaba dispersando de a poco.

—¿Qué haces ahí?

Esa voz la conocía perfectamente, alzó la vista con algunas lagrimas en ella y pudo reconocerlo, su mejor amigo estaba ahí. Se levantó con una sonrisa y lo abrazó.

—Oye... ¿Qué estas haciendo?

Joaquin se separó y sacó una libreta con un bolígrafo de su mochila. Empezó a escribir en ella. "Soy Joaquín, recién estoy que inicio clases. Pero me perdí" Terminó de escribir y le enseñó la libreta, éste lo comenzó a leer curioso pero en un instante su semblante cambió.

Mudez/EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora