Cuando lees un libro de ficción donde el personaje posee poderes lo primero que piensas es "seria divertido".
Kim Taehyung no pensaba eso.
Claro, con 17 años esperaba poder salir de fiestas, tener amorios, perder su virginidad pero tener telequines...
"Porque tu si me entiendes y siento esa extraña sensación de paz contigo, me haces raramente feliz."
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¿Nunca se han enfrentado a un momento tan cliche e incómodo donde tú eres el protagonista y solo quieres romper el momento huyendo?
Asi se sentia Taehyung en este momento y lo peor es que no sabe el motivo del porque quiere huir, solo sabe que Yoongi no tiene linda mirada mientras los aires molestos lo golpean y el silencio de Jungkook lo perturba.
—Sueltenme, ni que me fuera a caer.—Gruño el menor soltandose bruscamente de los agarres de ambos volviendo a poner sus manos donde inicialmente estaban.
—Lo siento.—Se disculpo Yoongi dándole una sonrisa arrepentida mientras daba un paso al frente quedando a su par, le dio una mirada a Jungkook y rodó los ojos sin que el cenizo lo vea, desde el momento exacto donde el castaño se postró frente a su mesa presentandose de manera tímida le habia agarrado cierta molestia.
—Lo siento Tae, ¿Vamos?—Le sonrió al peligris y este asintió siendo detendido por Yoongi.
—¿A donde van? Podria acompañarlos.
En su mente no estaba la idea de que esos dos pasaran tiempo juntos y solos.
—Vamos a su casa.—Contesto Tae señalando al castaño, Yoongi torció su boca en un gesto disconforme.
¿Tanto habian avanzado en su amistad que ya iban a la casa del otro?
—¿Puedo acompañarlos? No tengo nada que hacer.
—No.—Dijo Jungkook con una falsa sonrisa amigable, sus ojos destellaban irratibilidad.—No me gusta llevar personas que no conozco a mi casa y tu sabes porque Tae.
Hace un par de días mientras ambos hacian el extenso trabajo de matemáticas Jungkook le confesó a Tae su fobia social, los medicamentos contra el mismo y sus constantes visitas al psicólogo, le comentó que era el primer amigo en llevar a casa por lo que era algo maravilloso para todos a sabiendas de lo dificil que es para el castaño que alguien desconocido entre a su zona de confort.
"Porque tu si me entiendes, y siento esa extraña sensación de paz contigo, me haces raramente feliz." le habia contestado cuando el cenizo, confundido, le pregunto de que tenia él de especial para ser su primer amigo.
—Si, lo siento Yoongi, nos vemos mañana.—Con una reverencia ambos chicos se fueron dejando a Min pasmado en su lugar y con el corazón palpitando con dolor.
—Entiendo.—Susurró el pelinegro bajando la vista, una risita ironica broto de sus labios con una vaga sensación de amargura en su paladar.—¿Asi quieres jugar Jeon Jungkook? Juguemos.
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Los dias pasaban volando llegando hasta finales de octubre, 31 para ser exactos, Tae estaba nervioso y asustado, luego de tanto tiempo vuelve a experimentar sentirse horrorizado y saber que es por la misma persona que causo sus traumas solo aumenta su incertidumbre.
