Cuando lees un libro de ficción donde el personaje posee poderes lo primero que piensas es "seria divertido".
Kim Taehyung no pensaba eso.
Claro, con 17 años esperaba poder salir de fiestas, tener amorios, perder su virginidad pero tener telequines...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un día donde el calor se extendía por toda esa ciudad, una mujer de cabellos azabaches preparaba con tranquilidad la cena para su familia. Tan concentrada en su labor que oír los sollozos de su unico hijo la alertó, apagando con rapidez las ornallas para correr hasta su bebé de 3 años.
El castaño al reconocer a su progenitora no dudo en aumentar su llanto pidiendo atención estirando sus brazos, la madre sonrió con calma haciendo lo pedido arrullando a su hijo con ternura.
—Ya bebé, ya estoy aquí.—Murmuró dando leves palmadas sintiendo a Taehyung disminuir su llanterio y reposar su cabeza en el hombro de su madre.
—Mamá.—Susurró el pequeño con miedo.—Mami, las cosas se movieron solas.—Fue lo que le habia dicho dejando a su madre congelada, y es que ¿cómo reaccionarias al saber que tu hijo vio cosas moverse aún estando solo? Lo habia dejado dormido, pero Taehyung habia agarrado la manía de comenzar a llorar 10 minutos despues de despertarse.
Era un pequeño un tanto especial.
—Tranquilo cariño, seguro fue una pesadilla.
Y Taehyung quiso creerse eso.
A sus 6 años fue cuando las cosas se tornaron raras, su madre creia fielmente que un ente extraño habitaba en su hogar ya que las cosas se elevaban solas más las risas que soltaba su hijo cuando eso pasaba, solo lograron que ella se desesperara llamando rápidamente a un cura.
Limpiaron la casa de diferentes maneras pero todo seguia siendo lo mismo.
Con inocencia, Tae miró a su peluche que estaba al otro lado de su habitación y con un leve movimiento de su mano derecha basto para que tal osito llegue a donde él estaba.
—¡Yo sabia que estabas con vida!—El osito solo lo miró completamente inerte, Tae sonrió con autosuficiencia abrazando el objeto.—Tranquilo Channie, yo no le diré a nadie.
No se dio cuenta que, por las cámaras de seguridad que pusieron sus padres, YongSun lo habia visto.