Jibaku Shonen Hanako-kun~ With you/ With me (PAUSADA)

21- Recta final

/Yashiro perspectiva/

Nos adentramos por el pasillo, hasta llegar a las puertas que  conducían al gran salón, donde estarían los invitados.

Pasé mi mano por la frente. Estaba sudando, se me notaba a kilómetros que estaba nerviosa, pero debía ser fuerte por mis amigos. El gemelo de Amane-kun seguro que volvería, no podía perder la poca esperanza que todavía yacía en mi interior.

Al abrir las grandes puertas, nos encontramos con todos los asistentes. Ellos se quedaron mirándonos fijamente, como si de una celebridad fuera la que estuviera recibiéndolos.

-La princesa Nene y la princesa Aoi, han llegado- Anunciaron.

Los seres marinos empezaron a aplaudir, mientras nosotros nos dedicábamos a entrar en la sala. Yo miraba al suelo, con la esperanza de no tener que hablar con nadie.

/Hanako perspectiva/

Los guardias se habían ido hacía unas horas. Me quedé completamente solo y abandonado, con varias heridas por todo mi cuerpo. No podía morir por heridas físicas, ya que obviamente ya estaba muerto. Sin embargo, probaron algunas técnicas de exorcismo, las cuales afectaron gravemente a mi frágil cuerpo.

-Yashiro...- Susurré de forma inaudible.

Al pensar en mi asistente, me vinieron a la cabeza mis días de vida. Cuando iba a la escuela como cualquier otro niño. Recordé las clases que más odiaba, las de Lengua. Nunca se me dio bien la poesía, de hecho me parecía inútil y aburrida. A pesar de eso, hubo un poema que me marcó bastante. No era muy original, sin embargo me pareció bastante bonito. Era del poeta Serrat Joan Manuel, un poema de amor...

Empecé a recitarlo. Aún lo recordaba de memoria...

El sol nos olvidó ayer sobre la arena,
nos envolvió el rumor suave del mar,
tu cuerpo me dio calor,
tenía frío,
y allí, en la arena,
entre los dos nació este poema,
este pobre poema de amor
para ti.

Mi fruto, mi flor,
mi historia de amor,
mis caricias.

Mi humilde candil,
mi lluvia de abril,
mi avaricia.

Mi trozo de pan,
mi viejo refrán,
mi poeta.

La fe que perdí,
mi camino
y mi carreta.

Mi dulce placer,
mi sueño de ayer,
mi equipaje.

Mi tibio rincón,
mi mejor canción,
mi paisaje.

Mi manantial,
mi cañaveral,
mi riqueza.

Mi leña, mi hogar,
mi techo, mi lar,
mi nobleza.

Mi fuente, mi sed,
mi barco, mi red
y la arena.

Donde te sentí
donde te escribí
mi poema.

/Yako perspectiva/

Había caído la noche, y nosotros ya estábamos preparados para pasar a la acción. Mitsuba y Natsuhiko irían a buscar al chico rubio, mientras que Tsukasa y Sakura, irían a buscar a lord 7. Nosotros (Tsuchigomori y yo) nos infiltraríamos en el palacio como invitados. Para ello nos vestimos de sirena. Estábamos seguros de que no habría problemas, ya que los seres marinos no se veían muy listos.

-Nos comunicaremos por estos pequeños micros- Expliqué entregándoles a cada uno el diminuto aparato.

Tras esto, nos separamos para cumplir con nuestra misión.

Tsuchigomori y yo nos acercamos a la puerta con la intención de distraer a los guardias.

-Buenas noches, venimos a la fiesta de la princesa Yashiro Nene- Le comenté a los señores de la entrada.

-¿Su invitación?- Cuestionó rudamente de vuelta.

Habíamos hecho una imitación perfecta de la que se repartió a varios seres, así que no nos asustamos. -Aquí tiene-

El señor leyó rápidamente la hoja, y luego nos miró a ambos de arriba a abajo. -Muy bien, pueden pasar-

/Mitsuba perspectiva/

Gracias a la distracción de los misterios, pudimos colarnos sin mucho esfuerzo. Empezamos a bajar por unas escaleras, las cuales parecían eternas.

-¿Dónde está ese tonto pendiente de seguridad vial?- Cuestioné con cierta molestia, mientras miraba a todos lados.

-No creo que estén muy lejos- Respondió Natsuhiko intentando calmarme.

Después de andar un rato, empezamos a escuchar unos golpes que resonaban por todo el gran pasillo. Nos dirigimos hacia el origen de aquel horrible sonido, para encontrar una puerta, la cual parecía estar siendo golpeada.

-¡Ahh!- Grité asustado, escondiéndome detrás del castaño con ojos llorosos.

-¿Mitsuba...?- Cuestionó una voz detrás de la entrada.

-¡¿Quién me habla?!- Grité. -¡¿Un pervertido?!-

-No, idiota. Soy Kou- Contestó el rubio.

-¿Cómo podemos sacarte de ahí?- Preguntó Natsuhiko.

-¡Yo creo que ya hubiéramos escapado si lo supiéramos!- Sonó otra voz.

-¿Quién es él?- Torné mi cabeza hacia un lado a modo de confusión.

-Es... Una larga historia... Sacadnos de aquí, por favor- Suplicó.