MY PRETTY LADY |G.B.|

II

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Septiembre

Gilbert se despertó por el constante rayo de luz que posaba en su cara, incómodamente se removió en el sillón de su sala ante el malestar y poco a poco fue abriendo los ojos. Trató de moverse en la posición en la que se encontraba, pero se detuvo al sentir otro cuerpo cerca. Levantó su cabeza y noto como Sonia lo abrazaba para que no se cayera del sillón mientras él dormía cómodamente sobre su pecho. La chica parecía cansada e incómoda en la posición en la que se encontraba, pero parecía que hacía todo lo que podía por mantener a Gilbert cerca.

El chico rápidamente se levantó del sillón antes de caerse, al hacerlo Sonia aprovechó para acomodarse y estar más cómoda mientras que él le acomodaba la manta sobre ella. De un momento a otro Gilbert pareció darse cuenta de que ese día tenían escuela por lo que corrió hacia el recibidor de su casa a ver la hora para después darse cuenta de que todavía tenían tiempo antes del horario de entrada.

Se apresuró a hacer un poco de té y poner un poco de pan en el fuego para que se tosté, preparó una bandeja para su padre y la señora Lethur y cuando el té y el pan estuvieron listos los sirvió en la bandeja y lo llevó a la habitación de su padre. Al abrir la puerta se encontró a su padre durmiendo.

-Tranquilo querido, yo me encargo. - le dijo la señora Beatrice haciendo que Gilbert se tenga un sobresaltó. - Ve a desayunar con Sonia que yo me encargo de tu padre.

Gilbert le entregó una sonrisa antes de volver a la cocina, terminó de organizar todo para el desayuno y lo llevó a la sala donde Sonia seguía durmiendo. Él la observó tratando de no reírse ante la posición en la que se encontraba; la chica estaba toda acurrucada en una esquina del sillón ocultando su cara de la luz que entraba.

-Pss, Sonia, despierta. - le susurró mientras la movía un poco, pero la chica parecía no darse cuenta. - Vamos, Soso. - la chica parecía despertarse poco a poco.

-Shh. - le dijo la joven mientras se acurrucada, Gilbert se río ante eso.

-Soso, tenemos que ir a la escuela. - dijo tratando de mantener un tono serio, pero no duró mucho ya que ambos se rieron. - Vamos, que está el desayuno. - eso hizo que Sonia se levantará rápidamente, ya que no ingería nada desde el almuerzo del día anterior, por lo que se estaba muriendo de hambre. - Creo que debí empezar por ahí. - dijo Gilbert al ver la manera desesperada en la que Sonia comía.

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Ambos jóvenes se encontraban caminando por el sendero para ir a la escuela en completo silencio, no es que no hubiera nada para decir, tenían cientos de temas de conversación pendientes entre ellos, pero no era momento. La tía de Sonia se había quedado en la casa Blythe para cuidar de John hasta que Gilbert volviera, la señora Lethur no pensaba dejar ni un segundo solo a su amigo, al igual que Sonia.

De la nada Gilbert frenó y se quedó estático en su lugar por un momento, dándole tiempo a Sonia de observar cuidadosamente. El joven parecía querer escuchar algo, pero Sonia sólo distinguía el sonido de las aves y, anteriormente, el de su caminata. Después de unos segundos el joven pareció darse cuenta de algo ya que se volteó bruscamente hacia su amiga que lo esperaba pacientemente perdida en sus pensamientos. Gilbert la miró con pesar, ya que sentía culpa de tener que abandonarla para averiguar lo que estaba pasando, pero tampoco quería ponerla en peligro si la situación se sobrepasaba.

- Soso. - la llamó haciendo que la chica volviera a prestarle toda su atención.

- ¿Seguimos? - le pregunto amablemente y de manera suave, característico de ella.