III

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Octubre

La experiencia de ver El Lago de los Cisnes por la compañía rusa Bolshoi era algo que Sonia nunca se iba a olvidar, pero como todo lo bueno que sucede eso tenía que acabar. Ya era el domingo por la tarde noche y se encontraba en el carruaje con la familia Barry y Anne, según le había explicado Diana lo del oro era falso pero los padres de esta no les creían. Hasta habían amenazado con romper la amistad de las dos niñas si seguían insistiendo con el asunto. En sí, a comparación con el viaje de ida, el de vuelta fue completamente incómodo.

Cuando llegaron a la casa de los Cuthbert la señora Barry habló con Marilla sobre el comportamiento de Anne, haciendo que la pelirroja que estaba a su lado se pusiera roja como un tomate.

-Gracias, Eliza, por brindarme esta información. - empezó a hablar Marilla. - Hablaré con ella.

Ya cuando los Barry se retiraron las tres mujeres se adentraron en la casa Cuthbert, al llegar a esta se encontraron a Dunplot, pero Marilla lo evadió rápidamente para después llevarse a las dos jovencitas al almacén.

-Cuéntame qué fue lo que pasó. - dijo Marilla.

-Nathaniel y Dunlop son un fraude. - empezó Anne a hablar susurrando. - Crearon lo del oro para estafar a Avonlea. - tanto Sonia como la señora Cuthbert soltaron un grito ahogado por la noticia.

-Te creo. - dijo Marilla abrazando a Anne.

-Nosotros también. - hablaron los estafadores asustando a las chicas.

De un momento a otro Anne, Marilla y Sonia se encontraban atadas de las manos con unos pañuelos en sus bocas.

- ¡Vámonos! - dijo Dunlop temeroso de que alguien los viera.

-Espera. - habló Nathaniel. - Ella tiene dinero. - dijo señalando a Sonia. - Podría ser un seguro. - de la nada tomó a la muchacha para después cargarla como un saco de papas. El señor Dunlop y Nathaniel corrieron varias millas con la muchacha, quien siempre trataba de huir.

Después de múltiples intentos Marilla y Anne lograron pararse y tocar la campana de su casa alentando al señor Cuthbert quién rápidamente las ayudó para después salir a caballo en busca de ayuda. La primera casa a la que fue era la de los Barry, después fue a la de los Gillis, Andrews, Sloane, Spurgeon para terminar en la Lethur.

- ¡Rápido! - gritó Matthew mientras tocaba la puerta escandalosamente, el resto de gente ya estaba buscando a los bastardos que los habían estafado, pero aun así él quería ayudar.

- ¿Pero ¿qué es este escándalo? ¡Matthew! - dijo la señora Lethur.

-Sonia... - la mujer no necesito más para llamar a todo su personal para que ayude en la captura.

Poco a poco se fue yendo de noche y los estafadores siguen huyendo. Estos lo hacían a paso lento, gracias al esfuerzo que les brindaba Sonia, la cual no desperdiciaba ninguna oportunidad para intentar huir.

- ¡Quédate quieta! - dijo de manera cansada Nathaniel, pero el joven Lethur hizo caso omiso y siguió moviéndose como una lagartija sobre el hombro del hombre.

-Ya está, se acabó. - dijo Dunlop cuando llegaron a un pozo de agua.

- ¡¿Qué?! - pregunto histérico. - ¿Cómo se acabó? - dijo para después dejar a Sonia caer en el piso.

MY PRETTY LADY |G.B.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora